Abogado UST Santiago y estudios de chino mandarín: “Me ha servido mucho en elementos de mi vida que nunca pensé”

Gabriel Peña Jorquera es Egresado de Derecho de UST Santiago. Como estudiante de la carrera, buscó diferenciarse como futuro profesional e ingresó al Instituto Confucio UST. “Las dos decisiones más importantes en mi vida han sido estudiar derecho y chino mandarín”, afirmó.

No sabe de imposibles. Gabriel Peña Jorquera ya es Abogado, egresado de Derecho de la Universidad Santo Tomás Santiago, y comenzó a estudiar el idioma chino mandarín en el Instituto Confucio UST a la par con su carrera, algo nada de fácil para un estudiante que está dando sus primeros pasos en la educación superior. Hoy reconoce: “me ha servido mucho en elementos de mi vida que nunca pensé”.

Cuenta que “influyó mucho en mi Carrera de Derecho, porque el estudio de chino me predispuso y me facilitó el trabajo para la redacción de mi tesis. A la fecha de entregarla, solo había sido entregada una tesis en derecho referente al derecho chino y, precisamente, era la mía».

«El estudiar chino me hizo interesar en elementos de la cultura china que no se abordan desde aquí, como lo es el derecho”.

Gabriel destaca que ése es un punto que podría diferenciarlo en lo profesional, porque ha podido conocer diversos aspectos, como la “diferencia entre los sistemas legales de Chile y China”. Y no solo eso, ya que le permitió saber más sobre el “sistema educativo chino, conocer sobre la cultura china que aquí no se trata, como por ejemplo películas, música, literatura, narrativa y, sobre todo, poesía. Por ejemplo, el primer libro que leí de ciencia ficción fue chino”. “Es una credencial impresionante”, recalca.

Tan amplia ha sido su experiencia, que el abogado tomasino realza el vínculo que actualmente hay entre ambos países, detallando que “una gran parte del mercado eléctrico, de la energía eléctrica en Chile, está en manos chinas. Una parte del litio está en manos chinas y parte de los vehículos del Transantiago son chinos. Muchos vehículos son chinos y todo eso no lo dimensionamos y China nos sigue pareciendo lejano cuando en realidad es nuestro primer socio. Bueno, todo esto y más lo he ido aprendiendo en casi siete años estudiando el idioma y la cultura china”.

Sus inicios con el chino mandarín

Si bien fue el año 2016 cuando se integró al Instituto Confucio UST, Gabriel Peña Jorquera afirma que “ya en el 2013 tuve mis primeros contactos con la cultura china, luego de interactuar con estudiantes de intercambio provenientes de China. Ese fue mi primer estímulo con el chino mandarín”.

Añade que otro de los estímulos fue la propia Carrera de Derecho, donde le indicaron que “hay muchos abogados en el mercado y te tienes que distinguir de los demás. Y yo me preguntaba cuál podía ser esa diferencia como abogado. Bueno, en la UST yo veía anuncios del Instituto Confucio UST para los estudiantes Santo Tomás. En ese entonces, yo tenía un nivel competente en inglés y eso, dije yo, no haría la diferencia. Bueno, fue ahí que me decidí a estudiar chino mandarín. Y entré”.

El abogado tomasino reconoce que partió “desde lo más básico del chino mandarín. Siempre tuve profesores nativos de China. El aprendizaje, en los primeros niveles, fue razonable, porque los profesores nativos sabían también español, pero en los niveles superiores tuve solo profesores que no hablaban nada de español».

«Había que comunicarse sí o sí en chino, como fuera, pero había que hacerlo. Eso, a la larga, fue muy bueno, porque vas aprendiendo el idioma de mejor manera”.

Ese fue un elemento que Gabriel destaca del Instituto Confucio UST, pero también pone énfasis en que “tuve todas las herramientas para poder aprender el idioma. Además de la calidad de los profesores y los administrativos, que te ayudan en todo, también tienes talleres complementarios y libros a tu disposición. Puedes pedir los libros que quieras. Para mi tesis saqué más de 10 libros desde Instituto Confucio UST”.

Proyecto a largo plazo

Para el egresado UST, estudiar este idioma ha sido toda una experiencia enriquecedora, en todos los sentidos. No por nada, a los estudiantes de la Universidad Santo Tomás les recomienda “totalmente estudiar chino mandarín en Instituto Confucio UST. Pero, si no quieren entrar enseguida, pueden encontrar algún módulo de este idioma que se imparta en Formación General. Tómenlo, aunque sea por curiosidad, tal vez sea una puerta de entrada para estudiarlo definitivamente”.

Sin embargo, les aconseja que “aborden el chino como un proyecto a largo plazo. Nosotros estamos acostumbrados a la inmediatez. Y si hay algo que refuerza el aprendizaje de un idioma, sobre todo como el chino mandarín, es nuestra capacidad, no solo de resiliencia, sino también de poder abordar proyectos a largo plazo. ¿Y por qué? Porque, a veces, esos proyectos a largo plazo son los que ofrecen mejores resultados y los más enriquecedores”.

“Antes de estudiar chino, investiguen cuán influyente es China en nuestro país, como para que se hagan idea de la importancia que tiene China. Y si eso ya les bastó para convencerse de estudiar chino, aunque puede haber muchas otras razones para hacerlo, entiendan que toma tiempo. En estricto rigor, puedo decir que llevo más tiempo estudiando chino que Derecho. Pero vale la pena, porque enriquece, porque esta enseñanza les pueda abrir las fronteras para aspectos de la vida académica y personal que no se imaginan”, agrega.

Orgullo recíproco

La decisión de estudiar chino mandarín no fue fácil. En su Carrera de Derecho, afirma, no estaban muy convencidos de aquello. “Yo creo que en mi escuela, aunque los profesores no me lo decían, pensaban que esto era una locura. Aún recuerdo cuando mi profesor de tesis me dijo que esto de estudiar en paralelo el chino mandarín era una barbaridad, pero él quería ver hasta dónde iba a ser yo capaz de llegar. Y llegó a buen puerto, gracias a dios (ríe). Eso nunca se me olvida”, señala.

Asegura percibir “en la carrera una sensación de alegría, casi una sensación de orgullo, porque hasta donde yo sé, a la fecha, no había estudiantes de derecho que tomaran este desafío de estudiar chino mandarín. Una anécdota fue cuando aparecí en una nota del Diario Las Últimas Noticias como estudiante de chino mandarín en Instituto Confucio y de Derecho en la UST, y la vio mucha gente».

«Entonces, un día llegué a mi escuela y la secretaria me pidió que esperara un momento para pasarme algo. Y me entregó una hoja. ¡Habían fotocopiado la noticia de LUN! Luego, unos profesores me dijeron que habían leído la nota y que estaban orgullosos de mí”.

Y ese orgullo es recíproco, ya que Gabriel Peña Jorquera destaca que “no en todas las universidades tienen la oportunidad que nosotros tenemos de estudiar chino mandarín. Es algo extraordinario, que se presenta en muy pocas universidades y, tal vez, solo en módulos. Pero, con el nivel de profundidad que se presenta en la UST, ninguna otra. Sáquenle el jugo a esta oportunidad”.

“Estudiar Derecho ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida. La segunda, pero las pondría a la par, ha sido estudiar chino. Entonces, las dos decisiones más importantes en mi vida han sido estudiar derecho y chino mandarín, sobre todo en la Universidad Santo Tomás”, finalizó.