Violencia y redes sociales: ¿Qué nos está pasando?

Amenaza de masacre en un colegio por YouTube, testimonios de personas drogadas en el metro y la calle, fake news de todo tipo, filtración de imágenes íntimas por WhatsApp, acaloradas discusiones en Discord, funas por Instagram, denuncias de maltrato y abuso por Facebook.

Muchos usuarios de redes sociales y medios digitales hemos sido testigos de cómo situaciones de violencia y vulneraciones se han masificado en estos medios, y es que el consumo constante de estos hechos comienzan a normalizarse entre quienes más utilizan estas plataformas.

Estos elementos tienen directa relación con nuestra salud metal, la cual se encuentra fuertemente disminuida y que estos años de pandemia ha terminado de sepultar. Se ha reportado un aumento en las denuncias de violencia física, psicológica y sexual en las escuelas y universidades.

Estos últimos hechos nos han demostrado que, la combinación de una cultura y sociedad compleja y exigente, junto a una salud mental deteriorada, ha generado que muchos niños, adolescentes y jóvenes se replieguen en el consumo constante de Internet y redes sociales, intentado generar en estos espacios digitales, aquellas vidas que en el mundo real no pueden tener.

Junto a ello, una poca educación digital sin potenciar la educación emocional de nuestros jóvenes, ha generado estos espacios de agresión constante entre todos, convirtiendo el mundo real y el digital en un solo espacio en donde me debo cuidar y proteger, sintiendo la constante amenaza del contexto en el que navego y generando sintomatología ansiosa, depresiva y angustiosa muy preocupante.

La salud mental es un estandarte de lucha que no debemos soltar. La pandemia y los hechos recientes confirman lo importante de una salud mental integral y accesible para todos, ya que el desarrollo de una sociedad respetuosa, tolerante y diversa, que permita que sigamos avanzando, sin temor a ser quienes somos y sin una violencia que me haga parte de ella, es esencial para que podamos desarrollarnos en contextos seguros y en donde no temamos volver a nuestras casas.