El Turismo como un potencial para el desarrollo del país

Hace algunos días se conoció la noticia que la revista Lonely Planet, una de las guías de viaje más reconocidas del mundo, ha destacado a nuestro país con el primer lugar de su colección Best in Travel 2018. En la nota se refieren a Chile como un país único por su diversidad de paisajes, donde destacan – especialmente – la cordillera de Los Andes, el desierto de Atacama y la Patagonia.

También menciona a Santiago como una de las ciudades más modernas y de fácil acceso, dado su excelente conectividad, siendo además el único país sudamericano que se incluye en la lista.

Esta distinción se suma al premio de Mejor Destino de Turismo Aventura de Sudamérica entregado por los World Travel Awards (WTA) 2017 que también había recaído en nuestro país los años 2016 y 2015.

El dato duro es que rápidamente (y casi sin darnos cuenta) el turismo en Chile se ha convertido en uno de los sectores con mayor potencial y dinamismo de nuestra economía. Cifras recientes así lo corroboran: el turismo es hoy la sexta actividad económica del país y sólo el 2015 generó ingresos por más de US$ 2.900 millones, equivalentes al 3,2% del PIB nacional, empleando a 316 mil personas.

También sabemos que Chile fue el tercer destino turístico en América del Sur y el quinto en América Latina. Aún cuando estas cifras me impactan, al mismo tiempo preocupan pues de pronto nos encontramos con una oportunidad que parece única, porque queda la sensación que como sociedad no estamos del todo preparados para sacar un buen provecho de ella.

En las conversaciones cotidianas este tema está poco o nada presente, tampoco veo a la juventud – salvo honrosas excepciones – abrazando este rubro como un lugar para iniciar y desarrollar una carrera profesional o como una forma para ganarse la vida, los presupuestos en promoción turística internacional son de los más bajos de Sudamérica y nuestra contingencia noticiosa apunta en una dirección perfectamente opuesta.

Sólo por mencionar un ejemplo, el Departamento de Estado del gobierno de los Estados Unidos, ha emitido diversas alertas de seguridad para quienes nos visitan en relación al conflicto en la Araucanía y al incremento de la criminalidad en varias ciudades, situaciones que como sabemos son reales y afectan la imagen de nuestro país.

Finalmente, queda la duda respecto de nuestra real capacidad para aprovechar estas oportunidades en aquellos lugares no mencionados por estas publicaciones especializadas. En particular, cómo desde nuestra región del Biobío podemos beneficiarnos de la mayor cantidad de turistas y de sus divisas, atrayéndolos hacia las bondades de nuestras reservas naturales, gastronomía, cultura y patrimonio.

Respecto de este punto, todo indica que el secreto no está sólo en tener buenos precios o precios competitivos, sino en la calidad de la oferta y en la vocación de servicio que exige intensamente esta actividad.