Publicidad con más contenido: Un fenómeno que llegó para quedarse

El crecimiento exponencial de la publicidad digital no es nueva, y tampoco es circunstancial, es parte de un fenómeno social increíble y ascendente que no tiene luces de parar. Es casi imposible encontrar hoy en día a alguien que no tenga un Smartphone, que no esté conectado desde que amanece hasta que oscurece revisando el último WhatsApp o notificación.

Las marcas entienden este estado de constante conexión y por eso saben fehacientemente  que cada uno de sus consumidores está en sus móviles las 24 horas del día, saben cómo navegan, qué buscan, cuáles son sus Followers (seguidores), sus redes y sus puntos de contacto. Estas métricas permiten trabajar estratégicamente campañas dirigidas a segmentos específicos en momentos adecuados. Esa información es un tremendo capital para las marcas y para lograr estrategias de medios digitales, cada vez  más eficientes y efectivas, por sobre otros medios publicitarios que pasan a tener un carácter más periférico, regido más por horarios y emplazamientos.

El desafío de las marcas

Pero esto es ya un commodity (de uso habitual en la industria), la tecnología ha permitido avanzar en las métricas de forma casi mágica. Entonces el desafío de las marcas se traslada al contenido, a desarrollar y dinamizar información que cada vez debería ser más contingente, relevante y atractiva. Que debe lograr cautivar a su segmento y mantenerlo en el tiempo. Tarea difícil tomando en cuenta la cantidad de información diaria que surge en las redes.

¿A quién?

Es la interrogante de la publicidad, quién es nuestro segmento, dónde está, qué le gusta, qué valora y sobre todo, qué lo mueve. Porque finalmente necesitamos que las personas hagan algo o por lo menos necesitamos ser parte de lo que ya están haciendo. El constante movimiento de lo digital, es reflejo del constante movimiento de los seres humanos, y las marcas deben sumarse a este movimiento, no sólo a través de la inversión, sino que a través del desarrollo de relatos e historias que logren cautivar, aunque sea por unos días, minutos o segundos.