Sin duda, la empatía es una de las bases centrales para el desarrollo del ser humano. Actos empáticos inspiran y también impactan en los procesos de salud y recuperación de una enfermedad.

A veces, los profesionales de la salud nos quedamos en recomendaciones médicas, olvidando que la salud es integral.

Se sabe, por ejemplo, que los procesos pos operatorios duran menos cuando existe una buena red de apoyo. De hecho, las investigaciones en psicología, y especialmente en psicología de la salud y psiconeuroinmunología, demuestran que las redes de apoyo sostienen una correlación positiva con la salud física de las personas.

¿Por qué ocurre esto? Nuestro cerebro es un órgano maravilloso que, cuando se contacta con afectos agradables que le dan soporte a las dificultades diarias y a las más difíciles de la vida, envía señales de reparación a todo nuestro cuerpo. La energía de vivir en la vida no es un proceso individual, sino también un proceso social.

Gestos sociales de apoyo empático impactan en el sistema límbico, que regula las emociones de las personas, generando señales que van directo a estimular el sistema inmune en su tarea de recuperación frente a la enfermedad. Por lo tanto, lo que los compañeros y el profesor del colegio San Benito de Vitacura han realizado, al cortarse el pelo como apoyo a su compañero con cáncer, es una de las mejores terapias, tanto para el joven en cuestión, como para todos aquellos que participan de esa acción, así como de los que podemos contactarnos con este gesto. Nuestro sistema inmune aplaude estos procesos y el límbico le da la bienvenida a estas noticias.