Camila Soto egresó hace tres años de la Universidad Santo Tomás Talca y hoy trabaja en la denominada “primera línea” en el servicio de urgencias del Hospital Regional de Talca.

A sus 27 años, la egresada de la carrera de Enfermería de la Universidad Santo Tomás Talca, Camila Soto, nunca imaginó que le tocaría enfrentar a una pandemia mundial ni menos que su rol sería clave en el combate de ella.

Oriunda de Parral y actualmente residente en la capital regional, decidió estudiar enfermería únicamente por vocación, ya que como asegura “es una carrera que si no se hace con el corazón, es difícil de realizar”.

“Es una labor en la que constantemente las emociones y la templanza son puestas a pruebas, y el cuerpo, la mente y el corazón son puestos al límite donde la recompensa es la vida del ser humano y el bienestar de éste”, comentó.

Camila Soto se desempeña como enfermera clínica en la unidad de emergencia hospitalaria del Hospital Regional de Talca.

¿Cómo ha cambiado el trabajo con el inicio de la pandemia por coronavirus?

“A cambiado en un 100%, habituados a la sobredemanda y colapso del servicio de urgencias, se agrega la carga emocional de esta pandemia, al uso de EPP (Elementos de Protección Personal) con sus efectos conjuntos como heridas en el rostro, expuestos a altas temperaturas con el uso de trajes, dolores de cabeza por el uso constante de las mascarillas por la reinhalación del C02, el distanciamiento social y las restricciones de ingreso que nos mantienen aislados tanto dentro del mismo hospital como de nuestras familias”.

¿Qué es lo más difícil que le ha tocado enfrentar en este tiempo?

“Lo más difícil es ver como personas portadoras de este virus te manifiestan tener miedo a no volver a despertar posterior a la intubación y debes darle la lucecita de esperanza de que todo saldrá bien y debemos seguir combatiendo este virus. Sabiendo que en algunos casos ha sucedido que se intuba al paciente descompensado dándose todas las medidas de salvataje donde damos lo mejor de cada uno, pero aun así el virus nos ha ganado la batalla en más de una ocasión. Y personalmente alejarme de mi familia preventivamente ya que al ser personal de salud somos expuestos a este virus, para así evitar contagiar a nuestros seres queridos”.

¿Cómo podría describir un día de trabajo actualmente a diferencia del día a día de hace 4 meses?

“Al momento de entrar a turno la mayoría de los días nos detienen ya sea porque un paciente sospechoso va a escáner o un traslado y al suceder esto se activa un protocolo que se bloquea el lugar del tránsito de este con posterior desinfección, posterior nuestra instalación de EPP que son elementos que nos protegen, pero a la vez nos traen consecuencias como heridas en el rostro o dolores de cabeza y aumento de la temperatura que debemos usar por 12 horas. Además, estar con la inseguridad y precaución de que no se nos rompa o caiga un elemento de protección mientras se realizan procedimientos con pacientes portadores del virus a la vez de estar concentrada en nuestro que hacer”.

¿Cuáles son las medidas de seguridad que utilizan a diario para desarrollar sus labores?

“Utilizamos pechera, mascarillas, guantes, protección facial y principalmente el constante lavado de manos”.

¿Cuál cree que es su aporte en medio de esta pandemia que afecta a todo el país y el mundo?

“Mi aporte va en los cuidados, bienestar y recuperación del paciente ya sea portador de virus o no, pero el principal aporte va en cada una de las personas en evitar la sobrexposición y autocuidarse con las medidas de aislamiento, distanciamiento social y uso de mascarillas para poder enfrentar esta pandemia”.

¿Cómo cree que influye su formación profesional en la forma de enfrentar esta pandemia?

“Que el aprendizaje en un proceso constante que nunca acaba y gracias a nuestra formación profesional nos da herramientas para enfrentar con altura de miras y empatía dicha situación”.

¿Qué mensaje podría darle a sus compañeros que se aprestan a salir al mundo laboral?

“Que la carrera de enfermería es una bella profesión, que se mantengan ávidos de conocimientos, cultiven la empatía por sus pacientes y familiares, prioricen la humanización en los cuidados ya que es un sello único. Y no olviden que enfermería en ciencia y arte”.