Kinesiólogos de unidades críticas de hospitales de Talca y Las Higueras debatieron en conversatorio de la UST

A través de la plataforma Microsoft Teams, tres profesionales compartieron sus experiencias trabajando en la denominada primera línea del SAMU, Unidad de Paciente Crítico y atención pediátrica.

Como una forma de actualizar conocimientos y conocer de buena fuente cuál es el rol que están desempeñando los Kinesiólogos en el combate del Coronavirus en nuestro país, la carrera de Kinesiología de la Universidad Santo Tomás Talca realizó el viernes 29 de mayo el Conversatorio “Rol Kinésico durante la pandemia por COVID-19” a través de la plataforma Microsoft Teams.

La actividad contó con un peak de participantes que superó las 100 personas conectadas de manera simultánea, siendo en su mayoría estudiantes interesados en saber más del trabajo que se realiza en los principales centros asistenciales de Chile.

Los relatores fueron Francisco Aguirre, Kinesiólogo de la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Regional de Talca, Reanimador del SAMU Maule y docente de la UST Talca; Gonzalo Muñoz, Kinesiólogo de la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Regional de Talca; y Ricardo Arriagada, Kinesiólogo de la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Las Higueras de Talcahuano y docente de la Universidad San Sebastián de Concepción.

El conversatorio fue moderado por el docente de la UST, Sergio Sazo, y tuvo por objetivo acercar a los alumnos a la realidad que enfrentan quienes ya están inmersos en el campo laboral a raíz de la crisis sanitaria que afecta a Chile y el mundo.

“Quisimos reunir a colegas que están en la primera línea para que nos cuenten la labor que están cumpliendo en uno de los principales frentes de batalla que es la Unidad de Paciente Crítico. Quisimos saber cómo están actuando, cómo participan en equipos multidisciplinarios y cuáles son las decisiones que deben tomar dentro de estos lugares”, comentó el docente y coordinador de prácticas curriculares de la carrera de Kinesiología, Eric Urbina.

En relación a los contagiados pediátricos en Talca, el Kinesiólogo Gonzalo Muñoz, señaló que a la fecha han sido muy pocos los casos, incluso recordó que el primero fue un paciente crónico que además motivó la salida de muchos funcionarios a cuarentena tras haber tenido un contacto estrecho con él antes de saber que estaba contagiado.

“Salimos entre 10 y 12 personas por contacto directo algunos y otros como mi caso, por un procedimiento muy riesgoso, una toma de cultivo de secreción traqueal en busca de otros gérmenes porque la unidad ya ha sido cerrada, lo que también ha sido muy fuerte. Cada paciente que llega con sospecha de alguna infección respiratoria es tratado como contagiado hasta que no se confirme lo contrario”, relató.

Por su parte, Ricardo Arriagada puntualizó que actualmente la dotación de kinesiólogos en el Hospital donde trabaja se ha aumentado de un cuarto turbo a seis cuartos turnos.

“Nosotros pasamos de tener 12 camas de UPC a 42 camas de UPC, entonces actualmente tenemos tres UCI y dos UTI. Una UCI solamente COVID-19 con 12 camas, por lo tanto a los pacientes que sacamos de ventilación mecánica después de 48 horas se van a la otra UCI o UTI donde siguen su proceso de movilidad funcional. Hoy en día tenemos 8 kinesiólogos en turno, más dos diurnos que ha sido fantástico porque nos ha permitido esa migración rápida de la unidad crítica a una de menor complejidad”, explicó.

Consultado por el impacto que tiene el trabajo el trabajo que realizan a diario en sus propias familias, Francisco Aguirre si bien reconoció que existe un temor justificado de afectar a sus seres queridos, también es un momento en que se refuerza la vocación profesional y la responsabilidad de ayudar a tantas personas como puedan.

“Dentro de los protocolos están todos los procedimientos que llevamos haciendo hace varios años, no es nada nuevo, pero obviamente ahora tomando los reparos y medidas necesarias. No se puede protocolizar los procedimientos para cada patología, por eso en esos casos se dejan apartados. Más que nada en el armado de equipos hay que tener las consideraciones más que nada de bioseguridad, evitar la aerosolización y tomando los reparos de protección personal, filtros y otros. La idea es minimizar los riesgos. En el pre hospitalario los riesgos de contagio son mucho mayores, por eso se han establecido bastantes protocolos”, concluyó.