Diego Contreras, exalumno de Santo Tomás Viña del Mar: “Decidí trabajar solo con proyectos que tengan un impacto positivo en la sociedad”

Egresado de Comunicación Audiovisual Digital el año 2011, hoy a través de MediadorLab se reencuentra con la institución colaborando en las tareas de comunicación del proyecto de innovación social “Recooperando”.

Diego Contreras egresó el año 2011 de Santo Tomás Viña del Mar, donde estudió Comunicación Audiovisual Digital. Ocho años después siente que está volviendo a sus orígenes, ya que a través del laboratorio de comunicación estratégica MediadorLab está asesorando al proyecto de innovación social “Recooperando” que se desarrolla precisamente en la sede viñamarina de la institución de Educación Superior.

Una alianza que se dio casi por casualidad, pero de la que no reniega. Todo lo contrario: se declara orgullosamente tomasino y dice que esa fue una de las razones para querer sumarse a “Recooperando”. Hoy, siempre desde la vereda de la innovación social y la independencia, Diego busca ayudar a comunicar de manera eficaz este proyecto y otros que tengan como objetivo impactar positivamente en la sociedad.

  • Es típico del mundo audiovisual trabajar de forma independiente, generar proyectos propios más que integrarse a una empresa.

“Nuestra carrera es bien compleja en el sentido de tener un trabajo estable o un buen sueldo, eso siempre ha sido una complicación. Pero lo mío va más allá, yo desde que estaba estudiando siempre quise trabajar de manera independiente, desarrollar mis propios proyectos. Estuve en una productora donde recorrí casi todo el sur de Chile haciendo proyectos en relación al turismo, comunidades de pueblos originarios y protección del medio ambiente. Tenía un trabajo paralelo en TVN, pero part-time, y aunque siempre me ofrecieron la opción full-time, que significaba un mejor sueldo y trabajar asegurado para siempre, yo tenía claro que eso no era lo que quería porque no me iba a permitir seguir escalando profesionalmente”.

  • No debe ser fácil apostar por la independencia cuando en el mundo de las comunicaciones la mayoría busca estabilidad.

“Sí, la mayoría quiere trabajar en prensa o estar en un lugar seguro por mucho tiempo, pero yo tenía claro que TVN era solo un paso para después seguir trabajando de forma independiente. TVN fue una súper buena experiencia, tuve muy buenos compañeros, pero era un área que nunca me llenó, nunca me apasionó porque es… prensa, con todo lo que conlleva trabajar en prensa, sobre todo en un canal nacional donde el contenido no es un aporte social y tampoco se puede desarrollar mucha creatividad. Eso me generó ruido siempre. Trabajaba ahí porque era una pega estable, pero siempre pensando en salir de ahí y trabajar de forma independiente”.

  • ¿Y cuándo se produjo el quiebre?

“Llegó el momento de irme y tirarme como independiente cien por ciento. Hace dos años dejé el canal y me lancé, aposté a lo que viniera. Siempre uno anda buscando nuevos proyectos o levantar nuevos negocios, pero hace dos años decidimos con un socio desarrollar Mediador Producciones, que hacía lo mismo de todas las agencias, era una productora más. Entonces dijimos ‘reinventémonos, trabajemos con proyectos que estén impactando positivamente a la sociedad’, porque al final eso es lo que queremos nosotros como personas, ser una contribución. Al haber sido cofundador de la ONG Puchuncaví Nativo vimos que estábamos comunicando con éxito, causando un impacto en el territorio solo con la forma en que estábamos comunicando. Pensamos que hay organizaciones, empresas y corporaciones que están causando un impacto positivo que podría ser mayor, pero les falta potenciar una forma de comunicar exitosa. Ahí decidimos que nuestro norte con MediadorLab sería trabajar solamente con proyectos que estén impactando positivamente en los ámbitos social, económico y ambiental”.

  • Tenías el riesgo de dedicarte a un nicho muy pequeño en el que parece difícil entrar…

“Hay una constante en las empresas y organizaciones que dice que el que no se reinventa, el que no busca un impacto positivo en la sociedad, va a quedar obsoleto como organización, corporación, empresa, universidad o lo que sea. Si no buscan que sus proyectos generen un impacto positivo, van a quedar obsoletos en el tiempo. Ese análisis lo estuvimos haciendo harto tiempo, hemos estado el mundo de la innovación social, conociendo empresas B, que es hacia donde se están perfilando todas las empresas”.

  • O sea, la oportunidad está.

“Sí, la oportunidad está. Nosotros estamos trabajando en un nicho donde las agencias no han profundizado, estamos siendo pioneros en la forma de comunicar proyectos con impacto positivo en la sociedad”.

  • ¿Y cómo surge la conexión con el proyecto “Recooperando”?

“Fue todo un proceso. Yo primero llegué a Escworking, que es un laboratorio de innovación social que está en Viña del Mar y que ya tenía un trabajo en conjunto con Jorge Valdés desde el año pasado. Nosotros fuimos al festival fiiS y vimos que premiaron a Jorge, supimos que era profesor de Santo Tomás y ahí conocimos lo que está haciendo con ‘Recooperando’ y que estaba trabajando donde yo estudié. Ahí nace el interés de trabajar en conjunto, de apoyarlo y colaborar en las comunicaciones del proyecto. Pensé que hay que aprovechar que somos tomasinos, que hay un cariño por la institución y, por lo mismo, podemos generar un aporte desde mi expertiz como comunicador”.

  • “Recooperando” también está siendo pionero en innovación social en Santo Tomás Viña del Mar.

“Sí, siento que estamos un poco evangelizando, no sé si es la palabra adecuada, pero sí estamos divulgando lo que es la innovación social, cuáles son los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, cuál es el modelo económico que están asumiendo las empresas, por qué están pasando a ser empresas B, etcétera. Eso nos interesa, para allá vamos”.