El rol de los directivos en la gestión de la violencia escolar

Se ha vuelto común en los últimos años hablar de cifras alarmantes respecto del aumento de la violencia escolar en el nivel escolar de la educación chilena.

Diversos estudios han dado cuenta de la prevalencia de la problemática sin haber profundizado en sus causas, por lo que el tema en la actualidad es prioritario, al nivel de aprobarse recientemente en el Congreso Nacional una ley que da cuenta de esa urgencia. Otros estudios, sin embargo, dan cuenta de una exageración de los medios de comunicación.

El contexto escolar se relaciona con múltiples factores, además de responsabilidades personales de los miembros que lo componen. En ello, el rol del director es protagónico, dado que debe integrar el reconocimiento de todos los actores del sistema, además de gestionar el Proyecto Educativo y promover la participación de todos los estamentos. Con lo anterior se quiere señalar que los directivos son los responsables de gestionar la convivencia escolar al interior de las escuelas.

Un estudio realizado en Colombia encontró que los estilos directivos caracterizados por el disciplinamiento, la normalización, la competencia y la homogenización privilegian una lógica asimétrica en las relaciones escolares generando marcos de violencia.

El Primer Estudio Nacional de Convivencia Escolar (Mineduc & Unesco, 2005), permitió establecer la relación con el rendimiento escolar. Por ejemplo, se reconoce que los docentes de establecimientos con puntaje Simce inferior a los 230 puntos, presentan un grado menor de satisfacción en cuanto al sentirse bien y tener buenas relaciones. También los niveles de satisfacción de las relaciones profesor-alumno son inferiores tanto en el profesorado como en alumnos de establecimientos con Simce inferior a los 230 puntos.

Al respecto, el Marco para la Buena Dirección del Mineduc incorpora la Gestión del Clima Organizacional y Convivencia, como un estándar relevante del desarrollo profesional y evaluación del desempeño de un directivo. En él se reconoce que el clima organizacional es uno de los factores que más aporta al buen funcionamiento de una escuela y, al mismo tiempo, es uno de los factores en los que el director puede influir más directamente.

Un buen clima escolar favorece la motivación y el compromiso de la comunidad educativa en el logro de los aprendizajes, beneficia el desarrollo de las competencias blandas en los educandos, y por ende una vida en convivencia.

Como Universidad Santo Tomás hemos buscado conocer y comprender los significados sobre la violencia escolar que poseen directivos de establecimientos educacionales municipales, particulares subvencionados y pagados de Temuco, en La Araucanía, de manera de ver cómo conceptualización esta temática sobre la violencia escolar y las distinciones que establecen respecto de esta.

En la investigación que realizamos junto a la docente Alejandra Jiménez, se obtuvieron importantes datos. Por ejemplo, se concluyó que las concepciones sobre violencia escolar que tienen los directivos hacen referencia a acciones o actos violentos que ocurren al interior de los planteles educativos y que involucran a cualquier actor de estos. Que se caracterizan por producir un daño a otros, agresión que conlleva pérdida de derechos para la víctima.

En el mismo sentido, la violencia escolar se considera como la antítesis de la buena convivencia escolar. Los directivos asumen la existencia de la violencia escolar y, además, consideran que es un fenómeno transversal a la sociedad y por ende, a la escuela.

Sobre las distinciones que los directivos establecen respecto de la violencia, se concluye que estos distinguen violencia física, verbal, psicológica y simbólica, determinando que la violencia verbal y psicológica son las que se expresan con mayor frecuencia en los contextos escolares. Se deduce de las entrevistas una jerarquización y/o gradación de los actos violentos.

Por último, el rol de los directivos en la gestión de la violencia escolar varió al ser desagregado por dependencia; así, los directores de dependencia municipalizada ejercen un rol orientado a los procesos administrativos, curriculares y de recursos; en tanto, los directores de dependencia particular subvencionada señalan que su rol consiste en administrar y liderar. Por otro lado, los directores de dependencia particular pagada, expresan que su rol se refiriere a controlar procesos en función de rentabilidad.

A través de la obtención de esta información creemos se puede comprender los significados que se desprenden sobre la temática de Temuco, y que al provenir de un actor clave del proceso -los directivos- favorecen una pertinente gestión de la violencia escolar considerando la realidad local.