Día de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo

El 21 de mayo se celebra a nivel mundial el Día de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, que busca reflexionar acerca de la necesidad de superar la división entre las culturas para el logro de la paz, la estabilidad y el desarrollo.

El mundo actual y su creciente liberalización respecto a temas económicos y culturales, es visto de manera negativa por algunos ciudadanos. La “globalización”, se ve como una especie de “retroexcavadora” de las culturas dominantes sobre las más pequeñas.

Este temor emana de la convicción de que la “globalización” no solo afectaría la identidad de una nación, sino también la diversidad cultural a nivel global. Hay algunos que piensan que una de las grandes amenazas de la diversidad cultural son las nuevas formas de comunicaciones, que han dado pie a la uniformización cultural.

Para Charlot (2001) la globalización neoliberal es depredadora, porque deja fuera a culturas pequeñas que se encuentran aisladas de las redes por las que transitan flujos de capitales, información y población, por ello plantea que debemos acercarnos más a la globalización solidaria, esa que nos permite reconocer al otro en su diferencia cultural, en su identidad frente a otros y en su singularidad de individuo.

El plurilingüismo es una clara representación de la diversidad cultural, el que se encuentra hoy supeditado a un modelo gravitacional en la que la lengua hipercentral es el idioma inglés, asociado a supremacía económica, ello significa que en el futuro otra lengua podría adoptar esta posición.

Un aspecto positivo de la globalización son los bienes y servicios culturales, los que se constituyen en productos de exportación de gran relevancia para algunos países. Estos productos no solo transmiten valores culturales, sino formas de producción que responden a una lógica de mercado, dando origen a un nuevo concepto: el de cultura comercial. En este sentido, la diversidad cultural pasa a ser parte de relaciones internacionales, políticas y económicas.

En el mismo sentido, la diversidad cultural se vería beneficiada con el derribamiento de las barreras culturales, ello implicaría que los países, por pequeños que sean, podrían considerar la dimensión del mercado mundial como una oportunidad de inversiones con el apoyo de políticas de exportación a través de la participación en festivales internacionales, stands en ferias internacionales, entre otras iniciativas.

La diversidad cultural es una oportunidad que la Educación debe promover como una forma de cultivo del espíritu.

Entrar en una cultura permite construir la cultura propia, implica aprender a respetar las diferencias culturales, además, constituir la propia cultura a base de las relaciones con otros, que el respetar o querer cuidar o preservar una cultura, no se constituya en el aislamiento de la misma.