18 de septiembre, disfrutemos sin culpas

¿Quién no espera septiembre? Sin duda, los chilenos nos caracterizamos por festejar y celebrar esta fecha tan importante, donde no sólo recordamos nuestra historia, sino que también es un momento para compartir con amistades, familia y cercanos.

Las principales preguntas de las personas en la consulta son ¿qué puedo comer el 18? ¿mi control nutricional será pre o post fiestas patrias? ¿debo comer empanadas con harina integral?, y así. Creo que son interminables las interrogantes que surgen en este periodo y mi respuesta siempre va enfocada al bienestar, tanto mental como físico.

Con el pasar del tiempo, el objetivo principal que tenemos como profesionales de la nutrición, es contribuir al manejo alimentario de las personas, pero no desde un punto de vista restrictivo, porque se ha visto que los resultados solo llevan al fracaso, a la deserción de los tratamientos nutricionales o bien, desisten de asistir al nutricionista.

La alimentación debe ser un concepto amigable. Es importante lograr tener una buena relación con esta sensación que surge de manera innata, pero también debemos saber distinguir cuando es adecuado seguir este instinto, para eso es importante conocer y diferenciar entre hambre fisiológica y hambre emocional, en donde la primera está relacionada con la necesidad de comer, que debe ser de manera consciente, sin apuros, para lograr cubrir las necesidades fisiológicas del organismo con porciones de alimentos adecuadas. En cambio, el hambre emocional se da de manera repentina, es difícil de controlar, no se logra dar respuesta con cualquier alimento, de preferencia se prioriza el consumo de masas dulces y saladas, chocolates, etcétera y, es este tipo de alimentación, la que podría acompañarnos en este periodo de celebración, ya que estaremos frente a nuevas y tentadoras preparaciones dieciocheras.

Es por esto que se debe conocer la diferencia de ambas, para disfrutar sin culpas este 18. Por lo tanto, se deben tener presente las siguientes recomendaciones:

Si sientes que llegaste a la sensación de plenitud, no insistas en seguir ingiriendo comida, es importante escuchar y hacer caso a las señales que nos proporciona nuestro cuerpo de manera natural.

Sin duda, es difícil no probar un rico asado, pero, intenta buscar el equilibrio en ese momento. Podemos acompañar la carne no sólo con papas y choclo, sino que también, está la opción de elaborar una variedad de ensaladas.

Podrías probar todo en un día, pero quizás no sea necesario una repetición, recuerda que son varios días de celebración.

No olvides consumir agua, además de medir el consumo de alcohol.

Y, lo más importante, intenta que todo lo anterior vaya acompañado de varios pies de cueca.