Niños, jóvenes y padres de la agrupación TEAcompaño Cabrero agradecieron la experiencia de trabajar junto a docentes e internos de la carrera de Kinesiología, en el marco de su campaña de concientización y búsqueda de apoyos para contar con un centro de rehabilitación propio.

La agrupación TEAcompaño Cabrero funciona desde el 29 de marzo del 2022, fecha en la que obtienen su personalidad jurídica. Se dedica a prestar apoyo y acompañamiento a familias integradas por niños y adolescentes diagnosticados con Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Otro de sus focos de acción es concientizar a la comunidad local acerca de la importancia del diagnóstico temprano de esta condición, brindando a tiempo el apoyo de un equipo multidisciplinario integrado por kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos y psicólogos, entre tantos otros profesionales que garanticen un óptimo desarrollo de los niños y niñas.

Por ello, padres y madres de la agrupación recurrieron a la Clínica Kinésica de la Universidad Santo Tomás Los Ángeles, espacio abierto a las necesidades de la comunidad y en la que estudiantes y docentes de la carrera de Kinesiología prestan diferentes servicios de rehabilitación.

Con gran compromiso una quincena de niños y jóvenes, entre los 4 y 15 años, acompañados por sus padres viajaron cada semana desde Cabrero a Los Ángeles para asistir a sus respectivas sesiones de trabajo.

“El ambiente empático que se vivió en cada entrevista y evaluación realizada en la Clínica Kinésica fue la atención que esperamos de cada profesional a cargo de nuestros niños. Nos sentimos muy apoyados, acompañados y entendidos, tanto por los docentes como por los alumnos internos. Todos demostraron gran profesionalismo, muy pacientes y acogedores. Se nos explicó todo, paso a paso”, relataron desde TEAcompaño Cabrero.

UN INTERNADO COMO EN CASA
Brian Pinto Gutiérrez, estudiante de quinto año de la carrera de Kinesiología UST Los Ángeles, realiza su internado en el área de Neurología de la Clínica Kinésica donde además son atendidos pacientes con afecciones musculoesqueléticas.

Calificó como novedosa y enriquecedora el trabajo junto a niños y padres de TEAcompaño Cabrero. Su labor se centró en realizar evaluaciones psicomotrices completas y en la medición de factores sociales.

“Sirve bastante porque ya tengo una idea de cómo afrontar ciertas situaciones con usuarios más pequeños. Fue muy bonito trabajar con ellos porque cada niño tiene una personalidad distinta y por ello nos entrega algo diferente y eso es gratificante. Realizar mi internado acá es como estar en casa porque nuestros docentes nos entregan toda la confianza, herramientas y habilidades blandas para desempeñarnos de buena manera con menores de edad”, comentó Brian.

Javiera Vinet Contreras, también estudiante de quinto año de Kinesiología, es otra de las internas que tuvo a su cargo la evaluación y seguimiento de un niño o niña. Para esto, recalcó, fue esencial el apoyo y confianza de los apoderados de la agrupación.

“Fue una experiencia muy linda ya que tengo un sobrino de tres años diagnosticado con TEA. Yo solo lo conocía a él, su mundo, sabía cómo verlo y tratarlo a él. Tenía una noción de cómo abordar la situación, pero fue totalmente distinto, lo cual me permitió mucho aprendizaje. Al venir y estar acá se puedo ver el gran compromiso que tienen las familias y los mismos niños. Sabían que venían al kinesiólogo y preguntaban por nosotros. Eso era muy lindo”, contó Javiera.

Así mismo los estudiantes valoraron su primera experiencia evaluando a menores de edad, razón por la que fue de vital importancia la constante guía de docentes y académicos de la carrera.

TEACOMPAÑO CABRERO SE PROYECTA
Desde la agrupación contaron que uno de sus sueños más importantes es obtener apoyos y recursos para implementar una sala de estimulación exclusiva para el tratamiento y terapia de niños y niñas que son diagnosticadas con autismo.

“Deseamos que nuestra agrupación pueda llegar a muchas partes del país y que cada vez más profesionales deseen aprender a tratar con humildad y humanidad a nuestros pequeños, concientizar a la sociedad respecto al Espectro Autista y hacerlas parte de nuestro desarrollo, que conozcan las cualidades, habilidades, fortalezas y debilidades de nuestros pequeños y como ellos se desarrollan al igual que otros niños, borrando el estigma del rechazo por ser diferentes. Queremos que todos sepan que el TEA es diferentes en todos nuestros niños, pero si los tratamos con aceptación al final de cada proceso ellos lo reconocerán y agradecerán”, aclararon en TEAcompaño Cabrero.