Universidad Santo Tomás celebra 32 años formando profesionales de excelencia y comprometidos con el país

“Queremos seguir siendo esa Universidad que acompaña a más de 25 mil estudiantes en diferentes disciplinas, con una formación ética y profesional integra, con respeto por la diversidad y la inclusión, que tanto caracteriza a nuestra casa de estudios”, destacó la Rectora Nacional de la Institución, María Olivia Recart.

Un 29 de agosto de 1988 fue fundada la Universidad Santo Tomás, consolidándose con el paso del tiempo como una relevante institución en el sistema terciario de educación chileno, principalmente gracias a su presencia nacional y cobertura, llegando de Arica a Puerto Montt, y por el compromiso de formar jóvenes profesionales altamente capacitados y con el sello distintivo de un irrestricto compromiso por sus comunidades y por el desarrollo del país.

Dos años después, en 1990, inició sus actividades en Santiago, impartiendo seis carreras y alcanzando una matrícula de 350 estudiantes. Y hoy, al cumplir 32 años, el plantel educacional cuenta con 14 sedes, con más de 28 mil alumnos y cerca de 42 mil egresados de sus ocho Facultades, agrupando un total de 36 programas de Pregrado. En el ámbito de Postgrado, ofrece el Doctorado en Conservación y Gestión de la Biodiversidad, 13 programas de Magíster y 67 Diplomados, totalizando una matrícula de 2.150 estudiantes.

Lo anterior demuestra el sostenido progreso de Universidad Santo Tomás, hoy plenamente consolidada con una Institución referente en el sistema de educación superior y ampliamente reconocida por autoridades, expertos educacionales y líderes de opinión por su invaluable aporte en la formación de profesionales de calidad.

Sin duda este trigésimo segundo aniversario quedará en la retina por el contexto en el que se sitúa, pues la UST, en tiempo récord,  adoptó un sistema de clases sincrónica y asincrónico como respuesta a la emergencia sanitaria que afecta a Chile y a todo el mundo. “En este tiempo hemos tenido que ser capaces de adaptarnos a nuevas formas de hacer las cosas, a enseñar y aprender de manera diferente, a seguir adelante a pesar de todos los obstáculos y – sobre todo- a resguardarnos para proteger nuestra salud y la de nuestros seres queridos”, precisó la Rectora Nacional de Universidad Santo Tomás, María Olivia Recart.

En esta línea, la máxima autoridad académica institucional enfatizó que “todos hemos contribuido, unidos por un proyecto común y aprendiendo nuevas competencias; porque no sólo ha sido enseñar y aprender, también este tiempo nos ha desafiado en ámbitos personales, emocionales, familiares y económicos. Por ello que hemos buscado e implementado todas las medidas posibles para apoyarlos y seguiremos haciéndolo. Ustedes son el motor que nos mueve, y mi trabajo y el de todo el equipo de la UST, está dedicado a hacerlo cada día mejor”.

Acreditación

Asimismo, el nuevo aniversario de Universidad Santo Tomás se enmarca en un nuevo proceso de Acreditación Institucional, en el que se presentará ante la CNA los sostenidos e irrefutables avances que ha alcanzado el plantel educacional desde su último proceso de certificación.

“Estamos presentándonos a un nuevo proceso de acreditación. Queremos mostrar todo lo que hemos avanzado y lograr el resultado que merecemos, para así seguir avanzando en nuestro compromiso con ustedes de entregarles una formación de calidad y ser una alternativa real de acceso para todos quienes busquen estudiar. Para ello, la participación de cada integrante de la comunidad en este proceso resulta clave. Estamos optimistas de cara al futuro”, afirmó Recart.

Agregó que “queremos seguir siendo esa Universidad que acompaña a más de 25 mil estudiantes en diferentes disciplinas, con una formación ética y profesional íntegra, con respeto por la diversidad y la inclusión, que tanto caracteriza a nuestra casa de estudios”.

Compromiso 

Un sello característico de Universidad Santo Tomás es el alto nivel de compromiso de sus estudiantes, egresados y titulados con sus comunidades. Es el caso de Marjorie Arqueros, estudiante de quinto año de Enfermería, sede Antofagasta, quien trabaja en la UTI del Hospital Regional. “No puedo negar que al principio sentía temor al enfrentarme a pacientes con COVID-19, pero luego el miedo fue disminuyendo. Hoy, en medio de esta pandemia, me siento orgullosa de mi trabajo. El hecho de poder ayudar a los pacientes en su recuperación y ver cómo algunos ganan la batalla contra este virus es realmente satisfactorio. Es un trabajo realmente agotador, pero me siento más que feliz de poder ayudar”.

Por su parte, Victoria Espinoza, estudiante de la carrera de Psicología UST Iquique, es fundadora y coordinadora general de la Brigada por la Dignidad que funciona desde marzo en la comuna de Alto Hospicio, Región de Tarapacá. La instancia tiene como propósito a corto y mediano plazo apoyar y colaborar con las necesidades prioritarias de las personas con mayores necesidades con entregas de alimentos, ropa de abrigo, ecopañales y artículos de aseo, entre otros artículos de primera necesidad. “La Brigada busca aportar a una vida digna a nuestros vecinos y amigos de la comuna, con actividades que vayan en pro de entregar herramientas para seguir con la autogestión y que los comedores sigan funcionando también para organizaciones vecinales que se estén formando en esta crisis sanitaria y económica”, asegura la estudiante.

En tanto, Vicente Neira, estudiante de quinto año de Enfermería, sede Santiago, se desempeña en el Centro de Salud Familiar (Cesfam) La Estrella de Pudahuel. Y desde allí manifiesta que “es un desafío enorme. Nosotros somos responsables de las personas, no solo para que recuperen su salud, sino que también para que se mantengan en óptimas condiciones. En este contexto de crisis sanitaria es cuando demostramos nuestra vocación de servicio y me enorgullezco de estar en la primera línea. Esto es algo que nos ayuda a crecer como futuros profesionales de la salud”, sentenció.

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