En una acogedora ceremonia un grupo de 12 jóvenes down pertenecientes a la Agrupación “Jóvenes por la Inclusión” de Osorno recibieron la certificación en los Talleres de Cocina y Danza, espacios recreativos de aprendizaje donde fortalecieron sus habilidades y expresaron sus emociones a través de la repostería y danza, una iniciativa que estuvo a cargo del Área de Educación y que contó con el apoyo de la carrera de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena, del Centro de Formación Técnica Santo Tomás Osorno.

En este sentido, se refirió la Directora de carreras Área de Educación del Centro de Formación Técnica Santo Tomás Osorno, Karina Sandoval, quien afirmó que “la idea es poder continuar realizando este tipo de talleres porque va en beneficio tanto de los jóvenes como de nuestras alumnas para su formación como futuras profesionales en el área de Educación Especial, porque ponen en práctica todas las habilidades y herramientas que se les enseña en el aula”.

La monitora del Taller de Cocina y ex alumna egresada de la carrera Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena del CFT Santo Tomás, Fabiola Soto, manifestó que “para mí fue experiencia súper enriquecedora y totalmente nuevo en el ámbito de lo profesional, por eso que estoy agradecida de la oportunidad que me dieron en la institución de ser parte de esta bonita iniciativa”.

En tanto, Claudia Parra, alumna de segundo año de la carrera Técnico en Educación Especial, señaló que “trabajar con este grupo de jóvenes inclusivos fue muy satisfactorio y gratificante, porque siento que en estos meses de apoyo a su labor en el taller de cocina y danza aprendí más de ellos que de mí misma, y eso es muy valioso”.

Por su parte, la profesora del Taller de Danza, Isabel Arcos, expresó que “es la primera vez que trabajo con un grupo de jóvenes inclusivos, y fue una experiencia maravillosa porque cada una de las clases eran especiales, además que ellos irradian una energía y armonía que es única. Agradezco el acompañamiento de la Directora de carreras Área de Educación como también de la disposición de las alumnas para colaborar en las clases de danza”.

En ambos espacios los jóvenes aprendieron y potenciaron sus habilidades, además de expresar sus emociones en cada una de las tareas realizadas en los talleres de cocina y danza.