Un 38% de las investigadoras chilenas trabajan en el sector público

Empoderar a las mujeres desde la infancia es clave para incrementar su participación en la ciencia

En tiempos antiguos, la mujer no tenía la posibilidad de aprender a leer, sumar, restar y mucho menos ir a la Universidad.

De acuerdo con la historia, se puede decir que la mujer no era considerada suficientemente inteligente para contribuir con importantes hallazgos y experimentos en la ciencia, más que servir al hombre. Marie Curie, fue pionera en el campo de la radioactividad y primera persona y mujer en recibir dos premios Nobel en química y física.

Incluso para el filósofo griego Aristóteles, las mujeres eran imperfectas en virtud de sus cualidades biológicas, una lamentable manera de pensar que -según estudios- trajo consigo argumentos impregnados de prejuicios e ideas misóginas durante la edad media y comienzos de la Revolución Científica.

A pesar del notable sesgo cultural de la época, la inercia mental de desestimar a la mujer sigue dando de qué hablar en la industria del STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas),  pues a dos décadas de importantes descubrimientos y aportes a la ciencia, el camino no deja de ser espinoso para las mujeres.

La mujer y la niña en la ciencia

Dada la brecha de género que existe actualmente en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015 proclamó el pasado 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, un día para recordar que la mujer es esencial en el desarrollo de cualquier nación y en distintos ámbitos.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el compromiso es poner fin a los prejuicios que persisten desde hace años sobre el acceso, la participación plena y equitativa en la ciencia, como parte de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en el mundo.

En este contexto, se destaca la académica y doctora en Bioquímica Sandra Nicovani, quien actualmente es la directora del Departamento de Ciencias Básicas de la Universidad Santo Tomás sede Concepción, la cual explica que desde muy pequeña sintió inquietud por saber cómo funcionaban las cosas.

“Desde niña tuve curiosidad por la ciencia, quería saber cómo funcionaban las cosas y a los cinco años aprendí a leer solo para acceder a la enciclopedia que teníamos en casa”, cuenta la académica.

Amante del arte, la naturaleza pero también las ciencias y la investigación, Nicovani se ha convertido en un referente que traspasa la formación de las nuevas generaciones. Actualmente, es la encargada de fortalecer la formación académica en los primeros años de los estudiantes de la Facultad de Salud, Recursos Naturales, Medicina Veterinaria, Facultad de Economía y Negocios, Ingeniería y la misma Facultad de Ciencias de la Universidad Santo Tomás en ramos relacionados a la matemática, química y física.

De esta manera, comenta que pese a que la mujer se ha incorporado lentamente en el mundo de la ciencia, llama la atención que cada vez son más las mujeres que se atreven a iniciar y terminar una carrera científica. “El interés de las estudiantes y las nuevas científicos son importantes para el desarrollo y crecimiento de esta área en nuestro país, aquellas que sienten interés en el área mantengan ese amor por la investigación y las ansias de aprender y descubrir cosas porque esto las llevará muy lejos», explicó Nicovani.

Ciencia en Chile

Según datos de la UNESCO, las mujeres representan solo el 33% de los investigadores del país, lo que vendría a ser un poco más del promedio mundial que alcanza un 28%. Esto quiere decir que Chile todavía está lejos de alcanzar los rangos de paridad de género, que apuntan a los 45% y 55% de los científicos en países como Argentina, Uruguay, Bolivia, Venezuela y Ecuador.

Con estos resultados es posible darse cuenta que la participación de la mujer en la ciencia, es baja respecto a sus pares en América Latina. Sin embargo, hay que reconocer que el país está dando pasos importantes en estos espacios, si bien uno de cada mil trabajadores chilenos es investigador, son casi 4300 mujeres las que se desempeñan en la ciencia en Universidades, observatorios, empresas y el Estado.

Durante el Congreso Futuro del 2017, se firmaron tres convenios internacionales y uno de ellos busca incluir a Chile en el proyecto SAGA para reducir la brecha de género en STEM, en todos los niveles de educación e investigación.

Para Roger Sepúlveda, rector de la sede Concepción “hay que motivarlas desde la infancia, abrir sus ojos al mundo de los libros, darles un ambiente propicio para emprender y asumir riesgos, eliminar los prejuicios que las ligan sólo a algunas disciplinas científicas, premisas que emergen ya desde los juegos de infancia”.

En este sentido, invita al país a empoderar a las mujeres desde la enseñanza básica, media y superior abriéndoles la posibilidad de estudiar lo que ellas quieran, sin temor a ser investigadoras de ciencia, sin temor a crear un videojuego, manejar un camión minero o salvar la vida de alguien dirigiendo un pabellón quirúrgico.

Ciencia con Sello Tomasino

Con una larga trayectoria en el área de la ciencia, la joven doctora en Ciencias Ambientales con mención en Sistemas Acuáticos Continentales, Denisse Álvarez de tan solo 33 años, fue la científica que descubrió en la Laguna Chiu Chiu ubicada a 36 kilómetro de Calama, los restos de un fósil de rana con 12 mil años de antigüedad luego de una investigación realizada en 2016.

Para ella el ser científica tiene un gran significado, pues a sus 33 años se ha encargado de romper Denisse Alvarezestereotipos y barreras en todo sentido con esfuerzo, valentía, dedicación y mucha constancia.

¿Qué significa para ti ser científica? “Es romper con los paradigmas en todo sentido, la mujer es valiosa por lo que es y representa en el mundo. Las mujeres somos capaces de desarrollar actividades vinculadas sociales a estereotipos masculinos, por lo tanto, hay que empoderarse y asumir con actitud este mundo”, afirma.

Como muestra de compromiso y entrega en el área, la académica fue reconocida como una de las líderes del sur en Concepción a raíz de su investigación y aporte al país en 2017.