Conversatorio llama a tomar conciencia sobre la diversidad de género en espacios formativos

Encuentro fue organizado por el Comité de Inclusión de la sede Viña del Mar de Santo Tomás y contó con la participación de tres profesionales de áreas relacionadas con la temática.

Con el objetivo de instalar el tema del respeto a la diversidad de género en espacios formativos, el Comité de Inclusión de Santo Tomas Viña del Mar organizó un conversatorio que contó con las exposiciones de profesionales de diferentes áreas. Una socióloga, una abogada y un terapeuta ocupacional compartieron sus miradas respecto a este tema, coincidiendo en la necesidad de difundir información y luchar por acabar con los prejuicios, estereotipos y abusos muchas veces normalizados en la sociedad.

En primer término expuso la socióloga Bárbara Ramos, miembra de la Red de Sociólogas Feministas de la Región de Valparaíso y docente del Área Ciencias Sociales del IP Santo Tomás Viña del Mar. “Debemos discutir o reflexionar dentro de un enfoque de derechos LGBTIQA+ en espacios formativos durante todo el año, no sólo en un mes en particular”, dijo como introducción.

“¿Cómo se vulneran los derechos humanos de las personas LGBTIQA+? A través de prácticas o actos homo, lesbo y transfóbicos, a través del temor, rechazo y aversión hacia personas homosexuales, lesbianas y trans expresadas en actitudes estigmatizadoras y comportamientos discriminatorios. Eso se manifiesta en una violencia que se basa en la orientación sexual, identidad y expresión de género”, continuó.

Bárbara Ramos añadió que en espacios educativos, la violencia se expresa no sólo al interior de los establecimientos, pero también afuera y, lo que es más habitual, en entornos virtuales mediante el cyberbullying. “El origen de esta violencia está en prácticas sexistas que parten en la socialización familiar y luego en la misma escuela. Es un círculo vicioso que se cierra con lo que nos entregan los medios de comunicación. Eso deberíamos erradicarlo desde la primera infancia, para que ya en la Educación Superior esos comportamientos no estén naturalizados”, manifestó.

 Derecho a la identidad de género

Luego le correspondió el turno a la abogada Constanza Mondaca, jefa de carrera de Derecho en UST Viña del Mar. Precisamente, su intervención se concentró en explicar por qué la identidad de género debe ser entendida como un derecho y en los alcances y limitantes de la ley 21.120 que reconoce y protege el derecho a la identidad de género y que regula el procedimiento de cambio de nombre y sexo registral. “Es fundamental que como comunidad educativa conozcamos esta información para poder entregarla a un alumno o alumna que requiera orientación en esta temática”, señaló.

“El derecho a la identidad se vincula a otros derechos como la igualdad y no discriminación, la dignidad humana, la libertad, intimidad y privacidad. Es un derecho esencial que emana de la naturaleza humana, por tanto, el derecho la identidad de género también”, indicó, agregando que existe una serie de instrumentos en el ámbito legislativo internacional que hacen referencia al reconocimiento a la identidad de género.

Tras esta definición, explicó cuáles son los procedimientos que establece la ley 21.120 para acceder al cambio de nombre y sexo registral, indicando que hay dos tipos, administrativo (para personas mayores de edad que no estén casadas) y judicial (para personas mayores de edad casadas y para menores entre 14 y 18 años). Además, se refirió a las leyes a las que se podría recurrir en casos de discriminación.

 Testimonio y labor de Fundación Acuarela

Finalmente, Emilio Martínez, egresado de Terapia Ocupacional de UST Viña del Mar y actual presidente de Fundación Acuarela, entregó su testimonio personal y se refirió también a la labor que cumple dicha agrupación en el apoyo a personas trans.

“Ser trans no es pasar de un género a otro, no es correcto decir que antes era mujer y ahora soy hombre, de hecho, decirlo así es ofensivo. El proceso de tránsito es pasar de un estado a otro, del estado de malestar e incertidumbre a un estado de felicidad. Para mí fue como sacarme kilos de plomo de encima y desatar muchos nudos de la guata. Pasé de la angustia a la felicidad y la estabilidad”, dijo.