Académico de UST Viña del Mar es escogido como nuevo presidente de la Asociación Veterinaria Latinoamericana de Zoopsiquiatría

Gonzalo Chávez, quien además es coordinador del Observatorio de Tenencia Responsable y Vínculo Humano-Animal de Universidad Santo Tomás, señala que “ya es momento que en Latinoamérica nos presentemos como una escuela con propuestas propias en el área del comportamiento”.

Gonzalo Chávez, académico de Medicina Veterinaria de Universidad Santo Tomás sede Viña del Mar y coordinador del Observatorio de Tenencia Responsable y Vínculo Humano-Animal de UST, fue escogido como el nuevo presidente de la Asociación Veterinaria Latinoamericana de Zoopsiquiatría. La elección se realizó en una asamblea virtual la semana pasada y el docente, que anteriormente era el secretario de la agrupación, permanecerá dos años en el cargo.

“Todavía somos una asociación pequeña porque está abierta sólo a los médicos veterinarios que trabajamos en el área de la etología. Hay representantes de Argentina, Colombia, Perú, Ecuador, México, Uruguay y Chile. Cada dos años la asociación se reúne en un congreso donde además se realiza una asamblea virtual y elección de comité directivo. El 2020 no pudimos reunirnos, aunque sí organizamos distintos seminarios, pero la elección quedó postergada para este año”, explica Chávez, que no será el único chileno presente en el comité, ya que como tesorera fue elegida Alicia Plaza, docente del diplomado de Etología Clínica de Animales de Compañía de UST.

– ¿Cuáles serán sus objetivos en estos dos años a la cabeza de la asociación?

“Me gustaría hacer más masiva la asociación, acercarla a más profesionales y a los nuevos profesionales que se hayan formado en la etología, por ejemplo, a nuestros propios exalumnos del diplomado. También me gustaría desarrollar mayor cantidad de encuentros y conversatorios que vayan dirigidos hacia la estandarización de los sistemas de diagnóstico y tratamiento de las patologías del comportamiento. Y, algo que es súper importante, ojalá que Latinoamérica ya pueda comenzar a sentirse y presentarse como una escuela propiamente tal en un área determinada.

“Generalmente uno se refiere a la escuela americana, a la europea, con respecto al abordaje de distintas patologías o terapias. Creo que en Latinoamérica ya contamos con profesionales suficientes y con experiencia suficiente como para tener propuestas propias, más aún en el área del comportamiento, donde la idiosincrasia latinoamericana es muy distinta a la europea y a la estadounidense. Eso repercute de manera significativa en las terapias porque tiene mucho que ver con la forma en que nos vinculamos con los animales”.

– Eso está muy relacionado con los libros de etología clínica que ha editado, donde invitó a participar a profesionales de distintos países.

“Exacto. Es el mismo concepto. Desarrollar esa línea es súper valioso, que empecemos a ‘creernos más el cuento’ en el sentido de que no tenemos siempre que estar basándonos en la experiencia de lo que ocurre en Estados Unidos, Francia, España, Inglaterra, que son países que usamos como modelo en todo orden de cosas. No digo que haya que desligarse, pero llega un momento en que también podemos trabajar a la par, no siempre bajo el paraguas de lo que ellos proponen”.

– ¿Cómo podría vincularse su presidencia en la Asociación Veterinaria Latinoamericana de Zoopsiquiatría con su trabajo en el Observatorio de Tenencia Responsable y Vínculo Humano-Animal de UST?

“En términos estratégicos para mí es fundamental trabajar en la generación de alianzas entre el Observatorio, la Universidad y este tipo de asociaciones profesionales que además cuentan con profesionales de muchos otros países.  Por lo pronto, al diplomado de Etología ya convoqué a varios profesionales latinoamericanos para participar. Estas redes de contacto son muy atractivas, puedes hacer muchas cosas interesantes tanto de divulgación como capacitación e investigación. Será muy beneficioso para la institución”.

– Además, la virtualidad permite que las distancias dejen de ser un problema.

“Así es. En términos de optimización de recursos no sólo económicos, sino de disponibilidad de tiempo, es un tremendo beneficio para la generación de alianzas para la universidad. Tengo la intención de hacer más cosas donde pueda ir combinando ambas funciones, tanto en el Observatorio de Tenencia Responsable y Vínculo Humano-Animal como en la Asociación Veterinaria Latinoamericana de Zoopsiquiatría”.