¿Qué es la identidad? Marcar la diferencia siempre para lo bueno
La Identidad del latín identitas, y éste de ídem, que significa “lo mismo” deja claro que la identidad es la conciencia de ser uno mismo, distinto a otro ser. Esta identidad, o “sello” comprende una serie de características que diferencian a una persona de las otras. Cada quien tiene su identidad propia, la cual lleva o “carga” según decida, gracias a su libre albedrío. Así, la identidad contiene rasgos hereditarios y rasgos propios que se adquieren según el contexto y experiencias que influencian nuestra vida. ¿Se puede cambiar la identidad de uno mismo? La identidad es un proceso dinámico, en constante perfeccionamiento, ¿Qué queremos lograr? ¿Cómo queremos que nos vean? Son preguntas que construyen día a día nuestra identidad. El nombre propio, patronímico, lo podemos cambiar, al igual que la nacionalidad, vestirnos de otro modo, mejorar nuestras relaciones sociales, pero esto no es identidad, ésta va más allá, es lo que nos muestra como personas frente a nosotros mismos y la sociedad.
Si cambiamos de ánimo, somos nosotros cambiando de ánimo, si cambiamos de credo, somos nosotros mismos cambiando de credo, en fin, el ser nosotros mismos como una perfecta unidad de la Creación, no es modificable, pero sí lo es nuestra identidad, lo que nos caracteriza y distingue frente a los demás, pudiendo tener la oportunidad de mejorar cada día y eso marcará la diferencia en muchos aspectos, ojalá siempre positivos.
La Identidad por tanto es ese sello que llevamos por nuestra naturaleza única como personas naturales, unido a las características que vamos tomando o adquiriendo y que nos hacen distinguibles.
Este sello también se replica en las instituciones, las cuales son personas jurídicas. En este caso la identidad, es lo que distingue una institución de otra, que la hace única también, destacable, distinguible por aquellas características que la hace conocida. Tales características, las encontramos en la misión y visión de ésta, pero las instituciones no son en sí, ni por sí solo, un ente identificable, ello se logra gracias al capital humano que lo conforma, quienes día a día desarrollan y ejecutan la misión declarada, la viven y la difunden en todos sus actos aportando a que la institución también sea mejor siempre.