Alimentos en la vía pública
Desde hace un tiempo, estamos siendo testigos, a diario, de un incremento sostenido del comercio informal de comida preparada en la calle. Incluso en lugares bastante más restringidos, como, por ejemplo, el Metro de Santiago.
Todo ello, sin duda, no puede ser normalizado, ya que lleva consigo una potente señal, pero no me corresponde a mí entrar en detalles sociales y económicos, yo sólo me quiero referir al incremento preocupante del riesgo al que está expuesta la población que consume estos alimentos, de contraer enfermedades de transmisión alimentaria.
Es evidente que el consumo de carnes, emparedados, ensaladas y muchas otras preparaciones efectuadas en la vía pública, especialmente cuando las temperaturas ambientales comienzan a subir, representan para las personas un mayor riesgo de enfermar.
No sería extraño que nos viéramos enfrentados a brotes de fiebre tifoidea, hepatitis A, virus gastrointestinales e incluso parásitos que ya creímos prácticamente erradicados.
Por ello, hago un llamado urgente a las autoridades, a los municipios, a enfrentar este problema de manera multidisciplinaria. Sabemos que tiene muchas aristas y es complejo, sin embargo, podría por ejemplo empezarse por educar y capacitar a los locatarios y consumidores, en la correcta manipulación de los alimentos.
Estamos ciertos que existe la voluntad y el material para concretarlo, cito por ejemplo el Manual de Manipuladores de Alimentos elaborado el año recién pasado por ACHIPIA y la FAO que, sin duda, podría ser un buen comienzo.