¿Qué nos hace felices? Día Internacional de la Felicidad

El 20 de marzo se celebra el día internacional de la felicidad, establecido por las Naciones Unidas en 2012, y que comenzó a celebrarse desde el año 2013. De esta manera, la felicidad y el bienestar se reconocen como objetivos importantes en la vida de los seres humanos, recomendando a los gobiernos adoptar las políticas públicas necesarias para que sus habitantes puedan alcanzarlos. Desde esa fecha se publica cada año el Informe Mundial de la Felicidad, el que compara la felicidad en diversos países, analizando cómo es posible incrementarla y cuáles son los obstáculos precisos que la impiden.

La felicidad ha sido estudiada científicamente en las últimas décadas, destacando el libro de la académica de la Universidad de California, Sonja Lyubomirsky (2007) “La Ciencia de la Felicidad”. En él, la investigadora entrega varios consejos para mantenernos felices. Entre ellos, se pueden mencionar mantener relaciones sociales positivas con otras personas, realizar acciones para alcanzar objetivos que consideremos valiosos, practicar deporte, realizar meditación y llevar un diario de gratitud. Las relaciones que los seres humanos establecemos con otras personas se constituyen en una de las mayores fuentes de felicidad, según lo demuestra una investigación longitudinal realizada por Peter Waldinger, Director del Instituto de Harvard para el Desarrollo Adulto.

Pero, ¿Qué es la felicidad? La psicología positiva enmarca el concepto de la felicidad en los estudios del bienestar. Dentro de las múltiples definiciones que se conocen sobre bienestar, destacamos la de bienestar subjetivo, el que tiene un componente cognitivo y uno afectivo. El primero se refiere a la satisfacción con la vida, y el segundo, al balance entre los afectos positivos y negativos (Diener, 1994). Así, en la medida que nos sintamos satisfechos con nuestra vida, y en la medida que predominen nuestros afectos positivos sobre los negativos, nos sentimos más felices.

¿Y qué hay del dinero? ¿A mayores ingresos son las personas más felices? La ciencia también ha realizado estudios sobre ello, demostrando que cuando uno obtiene un aumento de ingresos, pudiendo adquirir más bienes materiales y elevar su calidad de vida, en un comienzo se elevan los niveles de felicidad, ello no tiene un efecto duradero sobre el sentimiento de felicidad en el tiempo. Así, en los primeros meses la gente se siente más feliz por tener más dinero, produciendo luego una adaptación al nuevo nivel de ingresos, lo que implica que los mayores niveles de felicidad, que se habían alcanzado, descienden a los niveles iniciales de felicidad. Por otro lado, destacamos la paradoja de Easterlin, la cual se refiere a que si bien la felicidad aumenta con el ingreso, se llega a un punto en que a mayores niveles de ingreso la felicidad no solo no aumenta, sino que disminuye (Capponi, 2019), lo que se explica probablemente porque ese incremento considerable en el ingreso va acompañado de más trabajo y por ende menos tiempo libre para realizar actividades de ocio o placer.

En suma, la ciencia nos demuestra que si queremos ser felices y sostener esa felicidad en el tiempo, mantener relaciones positivas con nuestros familiares, amistades, colegas, y en general con los seres humanos, es el camino más seguro para lograrlo.