Ayer, en el Aula Magna de la Universidad Santo Tomás Los Ángeles se llevó a cabo la ceremonia de apadrinamiento de la carrera de trabajo social. En el acto se intercambiaron pulseras hechas por los propios padrinos, símbolo de unión y hermandad entre compañeros.

Esta ceremonia ya es una tradición y ha pasado de generación en generación marcando un hito en el desarrollo personal de los estudiantes. La versión de este 2022 comenzó con un emotivo discurso de su directora de carrera Dagna Baeza, quien le resaltó a sus alumnos que “esperamos que sean profesionales de excelencia”.

En la jornada, estudiantes y docentes demostraron que apadrinar no es sólo ayudar, sino que también significa crear un vínculo lleno de solidaridad, confianza, generar lazos, nuevas amistades, construir juntos cambios que incidan en las realidades sociales.  Es decir, “cuando ayudas a uno, en realidad ayudas a todos”, fue una de las consignas de la ceremonia.

Su directora subrayó que Trabajo Social es una carrera que entrega herramientas que permiten una adecuada mediación y una constante búsqueda de soluciones a problemáticas sociales. Esto implica compromiso con y hacia el otro, desde el respeto a la persona, a su diversidad y a su visión del mundo. La carrera está orientada a formar profesionales que intervengan en la realidad social de manera integral e innovadora.

El apadrinamiento consiste en poner en contacto a dos o más personas de distintas generaciones. El objetivo es ayudar a los compañeros principiantes en este nuevo camino, conformando una relación personal que se vive como algo nuevo y extraordinario.

“Este apadrinamiento es significativo y simbólico para nuestra carrera. Tiene que ver con que los alumnos vivan su nueva etapa, comprendan el espíritu, de qué se trata la carrera y la institución. Además, para que se conozcan los alumnos de los distintos niveles”, dijo Sebastián Zapata, presidente Centro de Alumnos de Trabajo Social