La historia de sacrificio y resiliencia del egresado ganador del “Premio Santo Tomás” en Viña del Mar

Luis Bizama, titulado de Técnico en Mantenimiento Industrial, tuvo que soportar el fallecimiento de su hija mientras se encontraba cursando las instancias finales de su carrera.

Luis Bizama tenía varios motivos para celebrar en las recientes ceremonias de titulación de Santo Tomás Viña del Mar. El primer motivo, el más obvio, fue cerrar con éxito el proceso que lo llevó a obtener su título de Técnico en Mantenimiento Industrial. El segundo, saber que era el alumno de mejor rendimiento académico de su generación. El tercero, obtener el “Premio Santo Tomás” por encarnar los valores institucionales. Y el cuarto, quizás más íntimo, fue culminar una etapa en la que su familia sufrió un duro golpe debido a la pérdida de su hija.

“Sí, hay algo que nos sucedió como familia. Mi hija Sofía nació con algunos problemas, una enfermedad, duró hasta los tres meses y se me fue… falleció cuando yo estaba en pleno proceso de titulación, entregando el informe de práctica”, recuerda con emoción y entereza.

De esa época, señala que debió hacer una pausa en sus estudios. “Como estaba en el proceso de informe de práctica, hablé con mi jefe de carrera y acá me dijeron que siguiera insistiendo para salir luego de este proceso. Bueno, tuve ese respaldo y el apoyo de mi familia, eso fue lo primordial”, cuenta, aclarando que nunca pensó en abandonar definitivamente sus estudios: “no, tenía que darme un tiempo para pasar el duelo y por fortuna tuve mucho apoyo para volver a tirar para arriba”.

Otro punto destacable en el paso de Luis por Santo Tomás fue su disposición para aportar con charlas a los alumnos de primero año, con el fin de contarles su experiencia laboral y motivarlos a seguir estudiando. “Venía a conversar, primero con mis compañeros porque hay algunos que están rezagados y por cosas mínimas no querían entregar el informe final o no querían hacer la práctica, entonces ahí uno trataba de apoyarlos, de animarlos a que siguieran, que terminaran el proceso y después se van a ver los frutos”, dice.

El ahora egresado de Técnico en Mantenimiento Industrial señala además que “todos tienen problemas, grandes o pequeños, pero la idea es salir adelante. Yo, por ejemplo, estudié en jornada vespertina. Llegaba a mi casa en Casablanca cerca de las 12 de la noche y al otro día temprano salía a trabajar. Es harto sacrificio, pero siempre se puede. Me voy de Santo Tomás con una muy buena sensación”.