Alumna de Laboratorista Dental expone en conversatorio organizado por la Red Nacional de Educación Superior Inclusiva

Bárbara Montané, estudiante del CFT Santo Tomás Viña del Mar perteneciente a la comunidad sorda, explicó cómo ha enfrentado las dificultades en el ámbito académico provocadas por la pandemia de Covid-19.

La alumna de Laboratorista Dental del CFT Santo Tomás Viña del Mar, Bárbara Montané, fue invitada a exponer en el conversatorio “Conectando experiencias y vivencias en Educación Superior en contexto de pandemia”, organizado por la Red Nacional de Educación Superior Inclusiva, RESI. En la ocasión, la estudiante perteneciente a la comunidad sorda relató cómo ha sido su vida en la institución y las dificultades adicionales que tuvo que superar al enfrentar las clases en modalidad virtual a causa del Covid-19 y el regreso a las actividades presenciales.

Bárbara recordó sus primeros días en la carrera: “Cuando ingresé no me sentí nerviosa, me sentí cómoda, aunque como soy una persona sorda, soy muy visual y no me pude comunicar mucho al principio, traté de leer labios, buscando la forma más cómoda para mí. No tenía intérprete en lengua de señas todavía porque era recién la Semana Cero, me entró un poco de nerviosismo, pero quise ser positiva, dije que voy a poder y justo llegó una intérprete gestionada por Santo Tomás (Mildren Reyes), que desde entonces siempre está conmigo”.

Si bien la presencia de la intérprete le facilitó las cosas, igual tuvo que buscar métodos para aprender: “en clases tenía que ver el PPT y al mismo tiempo mirar a la intérprete, eso es un esfuerzo extra. Con ella además vamos buscando las palabras y los tecnicismos que se usan en mi carrera. Los profesores me ayudan en todos mis desafíos, entonces eso me animó, no tuve ningún problema mientras estuvimos en el formato presencial, pienso que Santo Tomás es genial, me han ayudado demasiado en mis estudios de laboratorista dental”.

Desafíos de la virtualidad y el regreso a la presencialidad

La llegada de la pandemia de Covid-19 complicó el panorama para todos los estudiantes debido a que las clases migraron a un formato virtual. En el caso de Bárbara, también tuvo que pensar cómo adecuarse a la modalidad online. “Lo primero que pensé al conectarme a clases fue ‘¿cómo me voy a comunicar con todos?’. Lo que hicimos fue usar el computador para ver las PPT, comunicarme con mi intérprete por video llamada de whatsapp y aparte usamos un método de audio-descripción, entonces estaba mirando hacia los tres lados tratando de captar la información”, explica.

Recuerda también que se ‘bajoneó’ porque era muy complejo estudiar así, “pero seguí insistiendo y tratando. Mis compañeras fueron un apoyo fundamental, al igual que mis profesores porque cuando yo no entendía algo, les preguntaba y les pedía que me enviaran más información o que colocaran más información en los PPT porque me faltaban palabras y vocabulario”.

La carrera de Laboratorista Dental fue una de las primeras en Santo Tomás Viña del Mar que retornó a las actividades presenciales, pero en lugar de ser un alivio para Bárbara, fue un nuevo obstáculo debido a que el uso masivo de mascarillas le impide leer los labios o captar expresiones faciales. Sin embargo, descubrió con alegría que su jefa de carrera Michelle Millard ya había pensado en eso y fue así como se gestionaron mascarillas inclusivas (transparentes) con las que logra comunicarse con sus profesores y compañeros, siempre acompañada de su intérprete en lengua de señas.

“Mi profesora se preocupó de inmediato y dijo que era urgente que consiguiéramos mascarillas inclusivas. Eso me hace sentir bien porque es una ayuda para mí y además me anima porque sé que están preocupados de mí. Yo nunca había visto esa situación, que se preocuparan tanto de mí, eso me asombró y me hace sentir feliz. Yo estaba preocupada porque cuando volviéramos a la presencialidad no iba a poder ver las caras, pero mi jefa de carrera ya estaba pensando en eso, se preocupó sabiendo que yo era una estudiante sorda y que necesitaba eso. Ellos estaban pensando en mí desde antes, cuando se pensó en el regreso”, agradeció.

Feliz en Santo Tomás Viña del Mar

En el curso del conversatorio, se le consultó sobre sus recuerdos de la época escolar. En ese punto, la alumna del CFT Santo Tomás Viña del Mar no duda en calificar como una mala experiencia esa etapa, en la que incluso sufrió de depresión debido a que “nunca me respetaron, para mí fue un sufrimiento ir al colegio porque mis compañeros se burlaban de mí por ser una persona sorda, fueron muy crueles conmigo, incluso algunos profesores se enojaban, me gritaban, no entendían que yo no podía comprender lo que ellos decían. Eso me significó tener una depresión por mucho tiempo y yo sin saber siquiera lo que era una depresión”.

“Cuando llegó el momento de entrar a la Educación Superior pensé si iba a ser igual de malo, pero entré y me di cuenta que era totalmente diferente, era un agrado estar ahí, me apoyaban las compañeras y los profesores. Claro, a veces hay algunos más inmaduros, pero aun así han entendido que soy una persona sorda. Me di cuenta que podía, que se preocupaban por mí, que mis compañeras me iban a tratar bien, tengo muy buenas amigas que me apoyan, me contestan las preguntas, me ayudan e incluso se ponen contentas de ayudarme. Todo lo que no viví en el colegio, lo vivo acá en Santo Tomás”, asegura.