Hoy necesitamos auténticos protagonismos que unan, y no dividan: Solidaridad en acción

En el contexto del día de la Fiesta de San Alberto Hurtado, Hugo Fernández Ibaceta, Director de Formación e Identidad de sede Iquique, destaca el aporte del destacado sacerdote Jesuita.

Cada 18 de agosto celebramos a San Alberto Hurtado, fundador del Hogar de Cristo, quien creó la ASICH y en 1951 fundó la revista Mensaje para analizar y debatir, a la luz del evangelio, los principales problemas nacionales e internacionales, en un contexto de avanzada intelectual.

Destacar las actitudes de Alberto Hurtado, nos ayudan a ver que fue un hombre que amó, un hombre austero con un profundo sentido del deber y una de las maravillas que nos puede regalar, como legado, es la unidad.

Es extraño encontrar una persona que uniera tantas voluntades, como el Padre Hurtado, un ejemplo de solidaridad. Por eso, trasciende como un personaje de Chile y se convierte en un ejemplo para la patria. Fue un hombre esforzado, estudió derecho, trabajó, fue profesor, e hizo todos los trabajos que se le encomendaron con una gran vocación de servicio.

Hoy necesitamos auténticos protagonismos que unan, y no dividan, protagonismos que sean vínculo de paz, y no de división; cito una frase de San Alberto Hurtado, que quienes tenemos diversas responsabilidades, en los hogares y comunidades, la podemos leer y hacerla nuestra: “El sentido social es aquella cualidad que nos mueve a interesarnos por los demás”. Quería servir a la patria como Dios se lo pedía, incluso postergando su vida.

Estamos invitados a vivir un día de esperanza, a salir de las propias fronteras y mirar la figura de San Alberto Hurtado.

Él fue un hombre creyente pero que toca el corazón de todos, porque demostró virtudes heroicas.

Este día es muy privilegiado para pensar también en los jóvenes de nuestro país; ellos experimentan una gran soledad; San Alberto Hurtado como joven le encontró un sentido a la vida, nosotros estamos llamados a ayudar a los jóvenes para que encuentren su sentido.

Recordemos este mes de la solidaridad, que sin duda nos hace muy bien para el alma en estos tiempos que vivimos, pero también una fuente de profunda reflexión respecto al actuar de nosotros mismos.

San Alberto Hurtado es sin duda una figura a seguir; fue una persona de amplia cultura, fue un hombre inquieto. Jamás se preguntó “¿qué es lo que Chile me va a dar a mí’” y entendía el vínculo que existía entre el amor a Dios, y el amor a la patria.

Quien tiene conciencia de lo que es recto, es capaz de entregarse por los demás como él lo hizo.

Que el ejemplo del Padre Hurtado continúe inspirando innumerables expresiones de solidaridad y cada día siga creciendo el amor al prójimo como un valor esencial a integrar en el proyecto personal, porque sólo así se recorren sendas de plenitud.

 

Hugo Fernández Ibaceta

Director de Formación e Identidad

Santo Tomás Sede Iquique