Área Educación inicia año académico enfatizando en la relación cuerpo-mente para el aprendizaje

En una conferencia online el Doctor en Biología y especialista en Neurociencias, Hernán Aldana, destacó que los procesos de aprendizaje se dan simultáneamente en la relación entre nuestro cuerpo y cerebro. “El cuerpo y la mente necesitan sentirse cómodos y libres para aprender”, expresó.

Con alrededor de 700 personas conectadas, el Área Educación del IP-CFT Santo Tomás oficializó el comienzo de un nuevo año académico relevando la importancia de la comprensión acerca del funcionamiento corporal y su relación con el aprendizaje y la enseñanza en entornos educativos formales e informales, con especial atención y promoción del desarrollo integral y socioemocional de niños, niñas y adolescentes en un contexto marcado por el retorno a la presencialidad.

El Vicerrector Académico del IPCFT Santo Tomás, Juan Carlos Erdozáin, fue quien abrió la jornada destacando la oportunidad de conocer cómo funciona nuestro cerebro en todos los procesos cognitivos, su relación con la pedagogía y el desarrollo de capacidades.

“Somos personas sociales, nos desenvolvemos en ambientes sociales y tenemos un gran compromiso con todo aquello que nos rodea y particularmente en el ámbito de la educación y su capacidad de impactar de manera tan fuerte en las generaciones”, expresó el Vicerrector Académico.

La curiosidad como clave de la atención

Durante la ponencia denominada “Cuerpo, mente y aprendizaje: la danza perfecta del cuerpo y la mente para una educación de calidad”, el docente y Doctor en Biología de la Universidad de Buenos Aires, Hernán Aldana, puntualizó en la importancia del cuerpo y las emociones para el aprendizaje.

“En una clase lo primero que hay que hacer es generar alegría para cambiar ese cuerpo que puede venir tenso; lo segundo es dar optimismo (en un contexto marcado aún por la pandemia)”. Asimismo, destacó la importancia de la curiosidad como una de las maneras del estudiante de reaccionar ante algo nuevo para aprender:

“la curiosidad es el gran secreto de un buen docente. Es la clave de la atención y de la motivación. Y esta solo va a existir en un cuerpo en extensión, en un cuerpo alegre”, expresó el Dr. Aldana.

Los 4 pilares del aprendizaje

Según el Dr. Aldana aprender es “agarrar eso que está ocurriendo en el aula y lo que está ocurriendo con tu cuerpo y guardarlo en la memoria, completo o fragmentando. No hay aprendizaje si no se guarda en la memoria”, destacó. De esta forma, el aprendizaje permite que el cuerpo – cerebro atrape una porción de la realidad que antes le era ajena y la use para construir un nuevo modelo de interacción con el mundo.

Basado en los postulados del neurocientífico Stanislas Dehaene, el especialista indicó que existen cuatro pilares del aprendizaje: 1) Prestar atención y mantenerla, por ejemplo, despertando la curiosidad; 2) entender (señala que la mejor manera de saber que algo se entendió es pedir a los estudiantes que lo cuenten con sus propias palabras); 3) corregir errores en el aula (importante hacerlo antes, no en un examen) y 4) aprender y consolidar. En este último punto señala: “consolidar significa guardar en la memoria y esto ocurre mientras dormimos”. Y agrega: “el buen docente busca que prestes atención, que entiendas y corrijas errores, eso es enseñar. En el aula no se aprende, se entiende”.

Sentirse cómodo y libre

El cuerpo y la mente necesitan sentirse cómodos y libres para aprender. “Si no estoy cómodo ni alegre no soy curioso. Para estar activos se necesita no sentir vergüenza del cuerpo, de levantar la mano y participar”, dijo el expositor.

En la ponencia, el Dr. Aldana se refirió a los estímulos que llegan al cerebro durante el proceso de aprendizaje, señalando que hay tres sistemas sensoriales involucrados: el Exteroceptivo (¿qué está pasando alrededor de mi cuerpo? sentidos que vienen del exterior); el Interoceptivo (¿qué está pasando dentro de mi cuerpo? Experiencia subjetiva del estado del cuerpo); y el Propioceptivo vestibular (¿dónde está mi cuerpo en el aula? percepción del cuerpo en el espacio).

En este sentido, Aldana aseguró que en un aula el cerebro de un estudiante prioriza los dos últimos. “Si lo interoceptivo y lo propioceptivo es negativo, no existe lo exteroceptivo. Es decir, si un alumno siente malestar en su panza o está incómodo y aburrido en la silla, no va a poner atención a su docente en nada”, enfatizó.

“El cuerpo es más importante que la cara para leer una emoción y el cuerpo nunca miente. Un buen docente está atento a eso desde que entra al aula”.

Para finalizar, el docente señaló que la postura corporal que el estudiante adopta en el aula depende de sus pensamientos emocionales; lo que se hace en el aula con su cuerpo mientras aprende (aprendizaje activo); y de la copia que hace de los cuerpos que lo rodean por neuronas espejo. “

Las neuronas espejo hacen que de forma inconsciente el estudiante mira al otro que tiene delante y copie su postura corporal. De esta forma generamos empatía”.  A su vez enfatizó en la relevancia de la comunicación de la emoción a través de dos tipos diferentes de vocalización: la prosodia y las ráfagas vocales, refiriéndose esta última a los sonidos que se hacen cuando no hay palabras.

Para culminar la jornada, la directora nacional del Área Educación del IPCFT Santo Tomás, Claudia Taiva, se refirió al desafío de transformar miradas en educación.

“Nos vamos con muchas más ganas de seguir aprendiendo e ir avanzando en estas temáticas que son tan relevantes, como es la neurociencia y la educación socioemocional, y que hoy son un tremendo desafío para nosotros como área”, expresó Claudia Taiva.

Si te perdiste esta Conferencia, puedes verla aquí: https://bit.ly/3wWSnkT