Valentina Zapata, Directora Regional de Fundación Techo: una voz en apoyo de las familias vulnerables

La egresada de Servicio Social de Santo Tomás sede Iquique comparte su experiencia y aprendizajes en el trabajo con familias en situación de vulnerabilidad, destacando la importancia de la empatía y la gestión de ayudas para mejorar sus condiciones de vida.

Valentina Zapata Reygada, egresada de la carrera Servicio Social de Santo Tomás sede Iquique, no esconde su satisfacción luego de dos años trabajando con familias en situación de vulnerabilidad. Ingresó a la Fundación Techo en 2020 durante la pandemia, lo que resultó en un desafío adicional al enfrentarse a las difíciles realidades que miles de familias viven en esas condiciones.

Durante su tiempo en la Fundación, Valentina ha realizado diversas tareas, desde trabajar en el contexto comunitario hasta coordinar acciones y campañas para ayudar a las familias necesitadas. Su labor como Coordinadora Territorial de la organización -a la que llegó para realizar su práctica- le permitió generar espacios dinámicos y creativos para convocar voluntarios, coordinar actividades de formación y fortalecer la participación de los vecinos a través de proyectos comunitarios.

“Ha sido una experiencia desafiante, ya que el trabajar con familias en contexto de vulnerabilidad y más aún en pandemia nos permitió también poder conocer la realidad dura que viven miles de familias en realidad en estas condiciones”, afirma.

Después de un año en el cargo de Coordinadora Territorial, Valentina Zapata asumió un rápido ascenso al recalar como Directora Regional de la organización. En esta posición, ha liderado estrategias regionales, evaluado su implementación y brindado apoyo al equipo regional para ejecutar actividades con las familias viviendo en campamentos. Además, ha participado en importantes hitos nacionales, como trabajos de verano e invierno, colectas nacionales y el mapa al derecho de la ciudad, que visibilizan la situación de miles de familias a nivel nacional.

“Personalmente creo que uno nunca deja de aprender. A pesar de que el haber estudiado una carrera que te entrega muchos conocimientos teóricos, también conocimientos de vinculación laboral, lo que entrega la práctica creo que es fundamental, ya que, bueno, en mi proceso de crecimiento dentro de la Fundación me ha permitido también poder adquirir diferentes habilidades, diferentes competencias para el trabajo con familias vulnerables, ya que es un trabajo de cuidado, es un trabajo que tiene que ser con mucha dedicación”, enfatiza.

Innato sello social

En esa misma línea, la joven profesional asegura que su paso por Santo Tomás incentivó todavía más un rol social que ha tenido desde muy pequeña.

“Siempre estuve vinculada al área social. Estudié en un colegio católico, luego pertenecía a varios grupos juveniles de la iglesia, en donde realizábamos varias actividades solidarias que iban siempre en ayuda a otros, especialmente de personas que se encontraban en situación de calle, realizando y orginizado cafés fraternos, comedores solidarios, y luego, ya en el colegio, fui descubriendo diferentes habilidades que podía tener respecto a poder gestionar cosas para otro, poder estar siempre en acompañamiento para otras personas, en poder hacer actividades que pudiesen siempre ayudar a otros. Ahí pertenecía al centro de alumnos, y finalmente descubrí mi vocación por estudiar la carrera de Servicio Social en Santo Tomás”, sostuvo.

“Tener las ganas de querer apoyar a las personas es un sello inherente al Servicio Social y que debe tener quien desea cursar esta hermosa carrera”, agregó.

Con su compromiso y dedicación, Valentina ha dejado una huella significativa en la Fundación Techo y continúa trabajando incansablemente para mejorar las condiciones de vida de las familias vulnerables en su región.