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Egresados y egresadas de Tecnología Médica de UST Viña del Mar se reencuentran en Taller de Actualización de AnemiasMarianela Echeverría, titulada en Técnico en Educación Especial
“Cuando tienes la herramienta del estudio y la vocación puedes lograr crear un proyecto”
Tras sus estudios técnicos Marianela decidió continuar estudiando en la universidad y gracias a esto logró cumplir su sueño de tener su propia escuela de lenguaje.
“Notitas Mágicas” es el nombre de la escuela de lenguaje que dirige Marianela Echeverría, tomasina titulada en Técnico en Educación Especial en el CFT Santo Tomás sede Ovalle y titulada en Educación Especial de la UST La Serena.
En ella siempre estuvo la vocación por educar. Cuando terminó su enseñanza media optó por ingresar a pedagogía, pero problemas familiares le impidieron continuar sus estudios. Sin embargo, no perdió de vista su propósito y luego de un tiempo ingresó nuevamente a las aulas, pero esta vez para obtener un título técnico.
Así concluyó su preparación como Técnico en Educación Especial, un título que no fue su meta, sino el inicio de un nuevo sueño: volver a la universidad y estudiar Educación Diferencial. Carrera que logró terminar con éxito por los conocimientos que ya poseía.
Durante todo ese tiempo, se fue gestando un sueño, el de tener su propia escuela de lenguaje, su propio proyecto educativo. Fue así que, junto a dos colegas, decidieron aventurarse en esta idea.
¿Cómo nació la idea de tener una escuela de lenguaje?
Siempre nos hacían en la universidad tener un proyecto, soñar que teníamos una escuela, y me quedó el sueño, de que, en algún momento, con las herramientas que me entregaron en la Universidad, en el CFT y con seguir perfeccionándome, hacer un proyecto.
¿Cómo fue el proceso para darle vida a la escuela de lenguaje?
Con unos colegas, con gente muy cercana, decidimos crear un proyecto, que se crea con un año de anticipación, y ver cómo nos iba, porque el proyecto también puede salir rechazado, uno puede tener el sueño, las ganas, la convicción de que va a salir bien, pero también existe la posibilidad de que este proyecto no sea para la región o no cumpla con las prioridades que necesita nuestra comuna. Fue un trabajo de 1 año para posteriormente, abrir 1 año después el establecimiento.
¿Cómo fue aceptar el desafío de ser la directora de tu propia Escuela?
En un inicio no quería tomar el cargo de dirección, porque era un desafío súper grande, yo no había trabajado en escuela de lenguaje en muchos años, obviamente cuando salí si trabajé, pero después trabajé en PIE casi 5 años, y son cosas sumamente distintas, pero también son avocadas a la educación, entonces dije, “es un desafío y lo voy a tomar”, pero a modo prueba también, porque no sabía si me iba a sentir cómoda en el cargo, si iba a tener todas las competencias, y a cumplir con el perfil que necesitábamos en la escuela.
Al ser sostenedora también está el tema de que quiero que resulte, entonces si a mí no me resulta tengo que saber ceder y dar un paso al costado, decir no me siento bien o no lo estoy haciendo bien.
¿Cómo empezó el proyecto de tu escuela de lenguaje?
Empezamos con la pandemia y para mí fue un desafío mayor porque conocíamos muy poquito, estaba todo cerrado, todos los estamentos donde podíamos acudir no funcionaban, pero gracias a Dios hay mucha solidaridad entre las escuelas, entonces preguntábamos, tenía excolegas que estaban en escuelas de lenguaje que también cumplían el mismo cargo que yo, también en La Serena, mis excompañeras eran directoras de establecimientos, y me empecé a apoyar en mis redes y gracias a Dios hasta el día de hoy ha funcionado súper bien el proyecto.
Además, cuando a uno le gusta algo, le pone todas las ganas, y como que quiere que resulte, averigua o si es necesario vuelve a estudiar ciertas cosas. Pero creo que lo que más me afectó, cuando tomé la decisión de ser directora y liderar este proyecto, fue la pandemia, porque era algo que nadie conocía, era un desconocimiento de salud pública, pero después algunos meses empezamos a imitar ciertas cosas de otros establecimientos, las orientaciones entregadas por el mismo ministerio.
¿Qué fue lo que más te motivó para dar el paso importante de realizar tu sueño de levantar tu propio proyecto de escuela de lenguaje?
Primero es la perseverancia y también el gusto por la educación, creo que eso fue primordial para mí, el tema de la vocación fue lo que me incitó. Yo trabajé para la municipalidad todo el tiempo, pero trabajé en un programa de integración, donde sentía que lo que yo sabía no podía llevarlo a cabo porque entraba una hora a aula, sacaba mi niño 45 minutos, entonces no me llenaba a mí vocacionalmente.
Yo creo que va por ahí la cosa, cuando uno tiene vocación es perseverante y tiene sueños que los quiere concretar y le pone todas las ganas. Se puede lograr y sobre todo, cuando uno tiene estudios es superimportante. Lo que me entregó Santo Tomás, a mí me sirvió mucho cuando me fui a la Universidad, porque mis compañeras no sabían nada y yo iba con una herramienta que era que había estudiado Técnico en Educación Especial. Cuando tienes la herramienta del estudio y la vocación puedes lograr crear un proyecto.