En tiempos de pandemia, el control parental es indispensable

La cuarentena nos ha obligado a mantenernos aislados del contacto físico con nuestro círculo cercano, a limitar la interacción que tenemos con las personas que conocemos, la virtualidad en reuniones, el teletrabajo, las clases a distancia para niños y jóvenes, e incluso la movilidad dentro de nuestros lugares de residencia.

En este escenario, muchos padres utilizan los teléfonos inteligentes como verdaderas niñeras virtuales, ya que el encierro acota las opciones para poder entretener a un niño o incluso a un adolescente.

Sin embargo, el problema radica en que internet no tiene límites en su contenido, y más complejo aun es con quienes se puede contactar un menor. La mayoría de los juegos en línea permiten que los participantes, además de jugar, se agrupen en clanes o legiones, por lo que se genera interacción entre distintas personas.

Se ha preguntado ¿con quién juega su hijo? ¿con quién conversa? ¿por dónde navega? Nadie garantiza que al otro lado de la pantalla haya otro niño. A pesar de que los más jóvenes son nativos digitales, su uso de computadores está en descenso versus el aumento de uso de teléfonos móviles.

Es aquí donde el control parental se hace sumamente importante, especialmente en este periodo, donde los niños deben estar más conectados. Android tiene una participación de un 85% de los teléfonos inteligentes, pero ¿sabía Ud. que tiene un servicio de control parental?, una de las herramientas menos utilizadas y corresponde a families.google.com, este sitio permite generar un grupo familiar (hasta 5 personas de forma gratuita) y realizar la administración del contenido al que puede tener acceso un menor desde la tienda de Google (Google Play), limitar la cantidad de tiempo que puede usar el dispositivo y los horario en cual se puede conectar e incluso monitorizar por GPS en el lugar donde se encuentra el dispositivo.

Así, existen múltiples aplicaciones tanto de pago como gratuitas, basta con usar unos instantes un buscador para encontrar un sinfín de alternativas que nos apoyen en esta difícil tarea.

¿Dejaría a su hijo a mitad de la noche solo en una calle?

La respuesta obviamente es no, pero cuando no supervisa lo que ellos realizan en la red está dejando a su hijo solo ante lo desconocido. La mayoría de las redes sociales, en sus términos de servicio, indican una edad mínima para hacer uso de ellas, le aconsejo seguir esas indicaciones.

En los tiempos que vivimos no es posible prohibir la tecnología, sin embargo, es indispensable educar y generar hábitos de un buen usuario. A todos cuando niños nos enseñaron que no debíamos hablar con extraños, lo mismo debemos hacer con nuestros hijos, pero en la realidad del siglo XXI.

La tecnología ha cambiado el mundo y lo seguirá haciendo, lo importante es saber adecuarse y evolucionar, entendiendo que detrás de esas tecnologías siguen las mismas personas mal intencionadas de la década pasada, pero ahora tienen otras herramientas.