Somos un país de sabiduría
A nivel global y en el escenario local, temas centrados en la adultez mayor han presentado una creciente manifestación en los medios de comunicación, favoreciendo el conocimiento de la realidad de esta población. Desde la construcción social, el valor de los años es una expresión de sabiduría, experiencias y vivencias que enriquecen la comprensión de mundo. Desde mi visión como sujeto y como académico, es una responsabilidad y nuestro deber contribuir al rescate de este cuerpo de sabiduría.
El 2018 fue un año develador de mis aprendizajes de vida. Durante una revisión de investigaciones, como parte de la rutina, tuve la posibilidad de profundizar en modelos de economía solidaria, como los Bancos de Tiempo cuyo propósito es que sus participantes intercambien servicios, donde la retribución se otorga por medio del valor del tiempo.
El Banco Intergeneracional de Tiempo (BIT) de UST Los Ángeles, es una iniciativa que nace de un equipo interdisciplinario de las carreras de Ingeniería Comercial, Trabajo Social, Derecho y Psicología, quienes nos autoimpusimos el reto de generar instancias que contribuyan a una vejez de calidad a nivel local. El BIT, está conformado por jóvenes estudiantes y personas mayores, pertenecientes a gremios de adultos mayores de la zona, donde intercambian servicios multidireccionalmente y cada uno de estos servicios es retribuido por el recurso tiempo. Las prestaciones son diversas, entre los cuales se encuentran, asesorías computacionales, cuenta cuentos, cursos de cocina chilena, repostería y Tai chi, por decir algunas opciones.
El rescate de la sabiduría ha sido un punto clave en el proceso de desarrollo del BIT, en donde, el diálogo con los protagonistas da cuenta del valor de iniciativas que consideren las participaciones de las personas mayores. Quienes en sus diálogos reconocen la importancia de instancias que contribuyen a una vejez de calidad, que obliga a repensar la inclusión de éstos a los sistemas, considerando la riqueza de sus recursos, la utilidad de sus experiencias y donde el valor no esté dado en razón de la edad, sino de las acciones que éstos pueden entregar al ecosistema.
La retribución que desde la academia y como figura de coordinador puedo reconocer, es que el BIT es un paso que estamos dando en la generación de espacios en donde dos o más generaciones se puedan complementar, crear redes de apoyo, incentivar la confianza potenciando el capital social de los Ángeles y sus alrededores, y en especial, dando sentido y satisfacción a personas que con sus años, entregan un valioso recurso que es la experiencia de vida de forma activa, avanzando a una sociedad inclusiva y colaborativa.