Relevancia de un proyecto económico

Un país al igual que una familia se puede reflejar su funcionalidad a través de dos ejes. El primero es fortalecer la liquidez, es decir incrementar el ingreso en los flujos de dinero, y a su vez, tener claro un proyecto con propuesta de valor. En una familia se requiere la solvencia económica para dar respuesta a proyectos como es el caso de vacaciones, estudios de los integrantes del grupo, incluso algún emprendimiento innovador, de similar formar un país necesita solvencia para garantizar proyectos.

La respuesta del Estado antes las demandas sociales, no debe estar exento de considerar las condiciones socioeconómicas de un país. Es así como hace un año, según la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas del Banco Central se estimaba un crecimiento del PIB de 3,6% para el año 2019, después de esto las expectativas han ido disminuyendo, pasando a un 2,6% por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, hasta bordear el 1% real al finalizar el año por el estallido social ocurrido el 18 de octubre en el país

Las alarmas económicas se prendieron cuando el IMACEC de octubre de 2019, mostró por primera vez desde el 2017 un valor negativo de -3,4%, detonando en una reformulación de la agenda social, la que tiene un costo de implementación cercano a $5.000 millones de dólares para los años 2020 y 2022.  Esto involucraría que para garantizar solvencia económica se necesitaría que nuestra económica crezca. De continuar con un crecimiento en torno al 1% del PIB, para el año 2024 una de las salidas a las que Chile se podría ver enfrentado es que aumente su deuda, valor que para ese año sería de un 38% más que el actual.

Las repercusiones de este escenario para la realidad nacional y familiar afectan el bienestar social. El alza de la deuda se reflejaría en un aumento del índice Riesgo País mermando la inversión extranjera, y a su vez provocará un aumento en tasas hipotecarias para las familias. Una segunda forma de responder a la deuda seria armar expectativas positivas, para que estas aumenten las inversiones, favoreciendo el trabajo, lo que implica mayor consumo incentivado por el aumento de la producción y que esto finalmente, ayude a mejorar el crecimiento del PIB.

Por ende, una forma de armar expectativa es mostrar un proyecto sostenible de crecimiento económico, para aumentar liquidez. Al igual que los avance en diálogos de diferentes actores políticos para conformar un pacto constitucional, lo mismo debe de ocurrir en el plano económico, un proyecto sostenible que involucré a todas las ramas económicas del país asegurando un fortalecimiento económico garantizando una igualdad social.