Reflexionemos sobre los Adultos Mayores

A propósito del dicho popular hay que pasar Agosto, reflexionemos sobre la importancia que le damos a nuestros adultos mayores y cómo nuestro país los trata. Lamentablemente, este análisis resulta negativo si nos comparamos con cualquier civilización humana “pre moderna”, donde el rol de los ancianos se asociaba a sabiduría y fuente de conocimientos ancestrales, se les trataba con respeto  y dignidad.

El envejecimiento es un proceso que comienza con el nacimiento, es un cambio natural e inevitable que a veces pareciéramos querer olvidar. Todos los días se envejece y ningún ser humano está exento del paso del tiempo, aun en contra de los esfuerzos de la ciencia y de la idolatría del modelo hacia lo joven.

En Chile existen esfuerzos por brindar apoyo y ofertas de servicios a los mayores, tanto del Estado como de la sociedad civil, quedando aún mucho por hacer, principalmente, en lo que dice relación al enfoque dado. Queremos contribuir a un cambio de paradigma, donde las personas mayores se empoderen como sujetos de derechos y no sólo como beneficiarios de la asistencia social, sino como personas responsables respecto de sí mismas, de sus familias y de su entorno. Queremos que las personas mayores tengan la oportunidad real de desarrollarse como individuos y de contribuir a nuestra sociedad, respetando su autonomía e independencia.

«Queremos que las personas mayores tengan la oportunidad real de desarrollarse como individuos y de contribuir a nuestra sociedad, respetando su autonomía e independencia».

Más allá de generar una política pública integral para abordar las problemáticas de los adultos mayores, debemos crear conciencia en las nuevas generaciones sobre la importancia de nuestras raíces y del rol fundamental de la experiencia, teniendo como norte la construcción de una sociedad que valora y cuida a sus adultos mayores y no aquella que sólo se acuerda de ellos(as) al final del octavo mes del año.