Pacto entre modelos, Economía Social en Chile
No es nuevo leer sobre economía social mucho se escucha en discursos de actores públicos, la importancia de avanzar en economías con una mirada social. Pero en realidad ¿Cuánto sabemos de esta lógica?, este tiempo de turbulencias, nos ha mostrado las debilidades que el tipo de economía imperante ha dejado a su paso, dando pie a nuevas oportunidades para repensar lo que estamos haciendo con nuestros recursos.
La economía social puede complementar las economías liberales, vinculando un mayor alcance a la noción de desarrollo y crecimiento, ya que las iniciativas dentro de esta nueva lógica otorgan importancia alas necesidades de las personas por sobre el lucro, sostenida bajo valores de equidad y sostenibilidad, orientado a las ganancias, pero con equilibrio en la redistribución de éstas.
Muchas soplas empresas que se están sumando a consolidar su crecimiento de capital, sin dejar de lado, el bienestar social, alcanzando un crecimiento económico con equidad. Es el caso de la representación dada por Cooperativas, Asociaciones Gremiales y Asociaciones de Consumidores, con un crecimiento anual para el año 2020 de 12,1 por ciento, 5,3 por ciento y 9,8 por ciento respectivamente. Resulta curioso que las cifras denotan un crecimiento en su registro, no obstante, muchas de éstas se encuentran inactivas, con un 62 por ciento por el lado de las cooperativas y asociaciones, según datos entregados por la División de Asociatividad del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.
Y es que esta lógica, ha sido un tenia recurrente en cuestión, incluso antes dela entrada en democracia para los años 90 en Chile, en donde, la necesidad de un crecimiento acelerado corno proyecto país, fue el camino escogido almario de una economía neoliberal. Sin embargo, como una jugada incesante, la presencia de desigualdades, inequidades y exclusión social que atentan contra el bienestar común, se nos muestra una y otra vez. Con mayor insistencia, he de pensar que, el rol del estado debe tener mayar presencia, regulando los intereses y contribuyendo a la redistribución equitativa de las ganancias.
Nuevas perspectivas económicas no garantizan que el escenario de bienestar social deseado se logre, sin embargo, el clima ante una nueva constitución invita a crear nuevos pactos entre los diferentes actores que componen la sociedad, en especial a las empresas, quienes son cruciales a la hora de plasmar el debate sobre que economía queremos. Será que una economía que tenga sus ojos puestos en lograr un desarrollo integral a escala humana, sustentable y sostenida, sea el camino para el desarrollo equitativo.
El reto está planteado, existe la urgencia de redefinir el proyecto económico a nivel país, siendo respetuosos de nuevas perspectivas colaborativas, sin dejar de lado, la receta que ha permitido el desarrollo económico y social en Chile.