• El sufragio femenino no era tema ni preocupación nacional hasta los años 20, donde se comienza a visualizar tímidamente la importancia de la participación social; trascurriendo 20 años más para que se concerte: finalmente la ley de sufragio femenino en el año 1949, convirtiéndose en un hito de la historia política de nuestro país. 

Es difícil entender como las mujeres, por tantos años, estuvimos excluidas de participar en procesos cívicos nacionales, siendo depuestas del desarrollo y la toma decisiones sociopolíticas, donde se abordaba un interés común a través de la participación pública.

La ley de sufragio femenino marca un hito trascendental, para la igualdad de género en nuestro país, esa fecha, no sólo marca el ingreso de las mujeres en la vida pública y social, sino que nos muestra que somos nosotros mismos los que ponemos trabas a la igualdad entre hombres y mujeres; todavía nos queda bastante por corregir para tener una sociedad más justa y sin discriminación;  al final de cuentas, no estamos pidiendo un trato especial por ser mujeres, simplemente ser partícipes activas de los procesos sociales existentes en todas las áreas.

En la actualidad, gracias a las mujeres de antaño, que actuaron como pioneras en los movimientos feministas, que creían fielmente en la importancia de tomar las decisiones de forma democrática, existe mayor conciencia sobre la igualdad de derechos y capacidades entre mujeres y hombres; aun cuando nos queda mucho por construir y avanzar en esa materia, para que la sociedad progrese en igualdad de condiciones; comenzando desde la educación en la primera infancia externalizando el sesgo de las capacidades distintas que hacen posteriormente marcar el desarrollo futuro de hombres y mujeres.

El cambio que se espera debe darse en la cultura política de la sociedad, más allá de las particularidades de los partidos políticos; tenemos el desafío de transformar las estructuras de relación de poder, potenciando que efectivamente sea habitual el ejercicio igualitario de la potestad entre hombres y mujeres; construyendo una conciencia colectiva que se une para finalmente construir la sociedad chilena que soñamos y estamos heredar a las nuevas generaciones.

Dagna Baeza Jara
Directora Trabajo Social
UST Los Ángeles