Mentoring socio-afectivo: una estrategia de apoyo a la retención
La educación en general constituye en sí misma un espacio de desarrollo para el ser humano, permite descubrir la realidad y adentrarse en nuevas experiencias. En la educación superior, además de abrir nuevos horizontes de conocimiento, aporta al desarrollo de habilidades y competencias, así como también al enriquecimiento cultural, espiritual y valórico.
En Santo Tomás también entendemos que la educación entregada a través de nuestros distintos programas de estudio permite nivelar las desigualdades económicas y sociales, propicia la movilidad social, eleva el capital social, humano y cultural, y propicia acceder a mejores niveles de empleo, mejorando las condiciones para ampliar las oportunidades de jóvenes y adultos.
Considerando lo anterior, uno de los desafíos más importantes es que quienes ingresan a la educación superior logren desarrollar su progresión académica y culminar sus estudios. En efecto, el tema de la deserción académica ocupa un espacio de preocupación de alta relevancia para las Instituciones de Educación Superior.
En nuestra casa de estudios, considerando el carácter multidimensional de la deserción académica y con el afán de reducir los niveles de deserción de estudiantes de primer año generada por factores académicos y socio afectivos, en las carreras del IP-CFT Santo Tomás a nivel nacional, el año 2018 se definió trabajar con una estrategia denominada: Mentoring Socio afectivo.
Esta estrategia, coordinada por la Dirección de Asuntos Estudiantiles con el apoyo del Área de Ciencias Sociales del Instituto Profesional, consiste en un proceso de acompañamiento y orientación a través de talleres prácticos y de acompañamiento individual, que se enfoca en el desarrollo de habilidades socio afectivas y en mejorar la articulación de los estudiantes con las redes de apoyo social, además de entregar orientación académica y financiera, facilitadoras del proceso formativo. Todo esto, a través de una metodología activo-participativa, con actividades reflexivas que le permitan un proceso de autoevaluación en relación con las decisiones que ha tomado para su futuro profesional y con el desarrollo de herramientas básicas que le faciliten establecer metas y el camino a seguir para su concreción.
Una figura relevante en este proceso es el “mentor o mentora”, quien transfiere su experiencia y conocimientos a los estudiantes, actuando como modelo y consejero. A nivel Nacional los mentores o mentoras son estudiantes de último año de la carrera de Servicio Social, quienes desarrollan con los estudiantes de primer año de las distintas carreras, diversos talleres, entrevistas individuales y acciones de derivación a redes. Estas actividades, se inician con un diagnóstico de la realidad del estudiante, la que permite proponer acciones y generar estrategias con miras a una transformación social y educativa.
Respecto a los resultados, a nivel local para el periodo 2-2018 (calculado 1-2019) el nivel de retención respecto de los estudiantes que participaron de este programa fue de un 67% y el 1-2019 (calculado 2-2020) de un 64%, lo que constituye un muy buen indicador considerando que se trabajó con la población segmentada con un nivel de riesgo alto en deserción.
Finalmente, es importante destacar que ésta es una estrategia en la que participan estudiantes que han sido calificados por el sistema de apoyo académico SAAC como en “riesgo de deserción” y que ingresan a esta experiencia de manera libre y voluntaria. Del 100% de los participantes, el 85% ha solicitado continuar con su intervención en Mentoring, esto demuestra un alto interés y permite aportar a los niveles de calificación y educación y en su futura incorporación laboral, brindando herramientas sociales, de vinculación y conexión con redes que permitirán al estudiante generar procesos de movilidad social.