Los beneficios de elongar en tercera edad

Trabajar la flexibilidad es uno de los pilares fundamentales a la hora de tener una vida saludable. Además de mejorar la autonomía en la capacidad física y reducir el estrés, previenen malas posturas, lesiones e incluso desarrollos de dolencias crónicas.

Es por ello, que desde Técnico en Enfermería y Procedimientos de Apoyo a la Rehabilitación se hace el llamado a reforzar este tipo de ejercicios de estiramientos o flexibilidad, los cuales son de suma importancia para adultos mayores, permitiendo una continuidad de trabajo muscular y autonomía. Así, para cultivar este beneficio puedes seguir las siguientes indicaciones para un envejecimiento activo:

  1. Realiza ejercicios con un mínimo de dos veces por semana. No es necesario que tengan una extensa duración, prioriza trabajar la musculatura sin sobre exigirla tampoco. Siempre hazlo de manera progresiva y sin rebotes.
  2. Si estás de pie, levantar los brazos o tocarse las manos arriba de la cabeza, ayudará mucho a tu flexibilidad y a no atrofiar la musculatura de tal manera que más adelante puedas continuar con una buena movilidad articular.
  3. Se constante, sin presionarte. Si un día no tienes ganas, puedes intentar al siguiente. Para animarte a ejercitar puedes hacerlo en familia o con amigos. Cuando existe una constancia y se trabaja la musculatura, esta se acostumbra y fortalece, es importante esta constancia para evitar dolores posteriores e incluso lesiones, sobre todo en adultos mayores.
  4. En ciertas ocasiones, las patologías pueden agravar la autonomía, por lo que, si se quiere mejorar lo ideal es ejercitar a diario en breves tiempos, facilitar la ropa en una postura más cómoda, el uso de barandas y estiramiento de las extremidades serán cruciales.
  5. Para comenzar con los brazos, por ejemplo, puedes intentar alcanzar un vaso o un kilo de arroz, levantarlo y bajarlo un par de veces. Lo mismo en las piernas, acostándote e intentando llevar las rodillas al pecho lo más cercano posible.
  6. Cuida todas las extremidades de tu cuerpo. Así como tu cuello, caderas, manos y pies. Siempre con pausas activas, respiraciones conscientes y paciencia, es importante poder escuchar nuestros cuerpos.  También puedes utilizar una pelota blanda para el movimiento
  7. Concéntrate en cada movimiento, con tranquilidad. Si sientes que te está costando algún movimiento, no dudes en pedir ayuda profesional, consultarle a un especialista ayudará a prevenir o tratar a tiempo cualquier condición.

Estos ejercicios simples, pueden beneficiar el día a día de todas las personas, en especial de quienes están atravesando una vejez no acompañada. A veces, hacer tales tareas tan simples como poder vestirnos o abrocharnos los zapatos, requieren de un trabajo de flexibilidad mínima.

En ese sentido, los ejercicios de estiramiento benefician en la autonomía del adulto mayor, que en ocasiones requerirá de un cuidador para tener una mejor calidad de vida y evitar accidentes. Así, también se previenen las posibles sobrecargas, tanto psicológicas como físicas por el desgaste que sufren los adultos mayores y sus cuidadores, por lo que fomentar hábitos saludables es fundamental para una mejor calidad de vida de todas y todos.