Ley Chao Jefe: los desafíos del trabajo moderno

Recientemente fue propuesta el proyecto de ley que busca entregar el derecho a la “desconexión digital” a trabajadores del país.  De concretarse tal iniciativa, se consagraría una norma clara y expresa para todos los trabajadores regidos por el Código del Trabajo. Ya que se ordenaría a los empleadores una abstención total y absoluta, que involucra la prohibición de contactar a sus trabajadores por cualquier medio.

En ese sentido, es que se reconocería oficialmente el derecho a todos los trabajadores a descansar, así como también a no ser contactados mientras están haciendo uso de licencias médicas, permisos o feriado legal.  Este derecho antes solo estaba establecido en beneficio de los trabajadores sujetos a trabajo a distancia o teletrabajo

Ventajas de bienestar

Así, una de las grandes ventajas sobre el proyecto de ley está muy ligada con el descanso para los trabajadores y sus efectos positivos en su salud, vida familiar y compromisos sociales, dado que no estaría permitido que les contacten desde el trabajo durante su periodo de desconexión. Sobre alguna desventaja, en su momento podría ser una insuficiente fiscalización o denuncia por parte de los trabajadores que no permita ejercer la ley como corresponde.

De implementarse, el impacto en los trabajadores en general debiera ser positivo, ya que no estarán sometidos al control por parte del empleador en sus periodos de descanso o de recuperación de salud. Además de respetar los horarios laborales como corresponden.

Ahora bien, no hay que soslayar el hecho que muchas veces son los propios trabajadores quienes no ponen límites a su derecho a descanso, ya sea por distintas razones, ya sea inseguridades o autoexigencia. Además de permitir plataformas de redes personales en uso laboral, como WhatsApp o Telegram, donde la brecha entre lo personal y profesional suele esfumarse un poco.

Algunas proyecciones

Existe una vinculación que podría redefinir el bloque de derechos al descanso y a la realización y protección de la vida familiar de los trabajadores, protegiendo los momentos para estar con los hijos, familia, y amigos.

Esto, requiere regularizaciones que necesariamente deben ir más allá de las modificaciones a los contratos individuales de trabajo y reglamentos internos, sino que es una cuestión de responsabilidad desde la cultura empresarial y laboral. Es decir, debe existir un cambio de la cultura por parte de los empleadores, reconociendo que contratan la labor que desarrolla el trabajador y no a la persona en sí misma, como muchos empleadores creen en pleno 2021.

No obstante, las expectativas en este escenario son optimistas, ya que representan un derecho humano. Se debe respetar el descanso de los trabajadores, y las personas tienen la facultad de exigir que se les respete su derecho al descanso o a recuperar su salud, así como comprender que existen horarios laborales designados, donde los trabajadores tienen vida propia fuera de su empleo.

Esto es algo que dependerá, sin lugar a dudas, de la debida fiscalización, con multas ejemplares y una cultura laboral, con fortalecimiento de sindicatos, que permita a los trabajadores denunciar en caso contrario.