La patria es la casa de todos
Al finalizar septiembre es necesario hacer un alto y preguntarnos por el espíritu de nuestro amor por la patria. La patria es la casa de todos: De la mujer, del hombre, de los niños y jóvenes, de los abuelos y abuelas; de la familia chilena. Hogar de las nuevas reformas y esperanzas de una casa mejor y para todos. El amor, no sólo se expresa en la relación del tú a tú, sino también, en las relaciones sociales, económicas y políticas, tratando de construir fraternidad en los distintos niveles de la vida social. “Porque el amor a la patria debe constituir el resorte principal de las acciones de todo hombre público”. (B.O´Higgins 3 de enero de 1840).
Mucho se oye hablar de cambios estructurales en nuestro país, de nuevas reformas, de nueva constitución, de nueva forma de hacer política, etc. Pero poco se habla de acrecentar la forma de amarnos unos a otros. Es el amor gratuito, sin interés partidista, que siente y piensa a los otros como prójimo, es decir como así mismo.
Hace falta una mirada en conjunto de las preocupaciones diaria de la gente, analizarlos sin temores y sin ideologías que generan “estrechez de corazón” y “fanatismo” ideológico. Hay que escuchar el sentir de la gente y detectar el clamor de los movimientos sociales, de los pueblos originarios y las nuevas generaciones que quieren recuperar la responsabilidad por el país y su destino. No hay futuro sin los aprendizajes del pasado y en el presente confluyen la herencia recibida y la esperanza en un mundo mejor.
En tiempos de adversidades y sufrimiento, el país necesita de líderes con corazón abierto, para no crear muros, no separarnos sino encontrarnos, así como la paz social es fruto de la justicia, atender las demandas sociales también exige de autoridades y líderes responsables y con alturas de mira en una convivencia cívica, fraterna y dialogante. En chile hay una gran diversidad de opiniones, pero su vocación es la unidad y su camino es la paz.