Informar en tiempos de Tik tok, cómo comunicar cuando no hay atención

El reloj sigue girando, y con él, la forma en que consumimos información. La pirámide invertida fue uno de los pilares de lo que hemos conocido por décadas como el periodismo informativo, el sintetizar la información más importante en su primer párrafo para dar paso a los datos menos relevantes en el cuerpo del escrito se hacía fundamental en tiempos donde el telégrafo podía perder su línea en cualquier momento. Pese a que las comunicaciones mejoraron, el telégrafo es solo un recuerdo y ahora existe la posibilidad de escribir mamotretos en cualquier página web, este método, aunque de manera más acorde a las nuevas tendencias, parece seguir vigente, ya no por falta de espacio o problemas en las comunicaciones, sino por la falta de atención.
La entrega de la información sintetizada era una necesidad a mediados del siglo XIX por los problemas de conexión, sin embargo, hoy donde la conexión es total y el acceso de la información universal está a un click de distancia, quienes comunicamos a través de las redes nos vemos enfrentados a otro problema, el exceso de información y atraer la atención de un público que cual verdugo, solo te entrega segundos antes de sentenciarte.
El captar la atención siempre fue uno de los desafíos al momento de comunicar, desafío que en la era de los reels no solo compite con otra información de la misma índole, sino que con miles de animales bailando alrededor del mundo, los challenges más virales y los tutoriales que hacen a cualquier persona un multifacético en las tareas más extraordinarias.
Ante ello la premisa “qué informar”, pasa a ser más un “cómo hacerlo”, y en ese contexto la curiosidad, emocionalidad y tendencias, son parte de las formas que ha buscado el nuevo periodismo para conectar con su público, no se trata de convertirse en influencer, ni de degradar la verdad para hacerla más entretenida, sino que de entender las reglas del juego y encontrar la forma de introducir el rigor periodístico en este nuevo ecosistema de las comunicaciones.
Redes como Tik tok, Instagram y Youtube shorts son un terreno fértil para el entretenimiento, pero un desierto para el periodismo de calidad que por naturaleza requiere tiempo, reflexión y, sí, atención sostenida. Sin embargo, el escenario ya es este y al igual que cuando se encontró la respuesta al problema de la conexión, la tarea de resolver el dilema de la atención es posible.
Generar extractos informativos con lo medular, informando lo preciso en tan poco tiempo que permita a quien no le interese la información estar al tanto del acontecimiento, se vuelve más que necesario.
El humanizar la profesión, “el periodista siempre es testigo y nunca protagonista” es una frase que ha acompañado a quienes cumplimos este rol, pero que también puede modificarse a las nuevas generaciones, no con el afán de figurar, sino con las ganas de mostrar cómo se desarrolla esta función, amparado en las nuevas plataformas: “GRWM” Get Ready With Me a dar a conocer lo que nos rodea.
“Bailar al ritmo del trend”, no de forma literal, pero si aprovechando las tendencias para buscar el comunicar, pero siempre con la mira de la verdad y no el sensacionalismo por delante.
El desafío para quienes pasamos las tres décadas se vuelve mucho más difícil que para las nuevas generaciones que nacen en esta era digital, la simplificación excesiva puede llevar a la superficialidad y la búsqueda de views y likes puede hacer sacrificar la calidad por cantidad, pero mantenerse en el límite de la tendencia acompañada de la veracidad es la tarea.
Aprender de las tendencias, entender las nuevas redes y lograr comunicar cuando no hay atención es posible, pero siempre, siempre, siempre con la verdad como guía.