Esos locos bajitos
Nos regalan a diario la belleza de la admiración, el asombro y la pureza del candor. Nos empeñamos en cambiarlos y hacerlos perder lo que tanto extrañamos después, su capacidad de asombro. Debemos por su bien guiarlos, pero nadie nos dice cómo. Aprendemos por ensayo y error, son nuestros conejillos de india. Cargan con nuestros valores y temores, con nuestros…