El desafío de la neurodiversidad en la nueva presencialidad

Las nuevas perspectivas educacionales han permitido abrirnos cada vez más, en especial este último tiempo a partir de las nuevas medidas didácticas educacionales. Con el paso de la integración a la inclusión, estamos contribuyendo a la participación de toda la comunidad educativa, tanto estudiantes, docentes y familias. Esto, nos permite visualizar a las y los alumnos no sólo de forma individual, sino también comprenderlos como parte de un contexto, desde estudiantes neurotípicos hasta alumnos neurodivergentes.  

En ese sentido, es importante considerar ciertas medidas tanto en las aulas como en el hogar, para trabajar la neurodiversidad. ¿Qué pautas podemos seguir para una mejor inclusión de estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en este nuevo contexto? Cabe recordar, que cuando entramos a la virtualidad por las adaptaciones de la pandemia, nos dimos cuenta de que teníamos un alto espectro de estudiantes con diferentes capacidades, condiciones y situaciones con quienes no teníamos todas las herramientas para su adaptación.

La crisis sanitaria y modalidades virtuales de estudio, nos mostraron que existe una gran diversidad de estudiantes neurodivergentes que también se ven afectados por sus distintas condiciones socioeconómicas, sectores rurales o urbanos. Además de hacernos ver que teníamos ciertas necesidades educativas especiales que atender de forma inmediata, comprendiendo que no existe un rango de menos a más autismo, sino que es un espectro con múltiples matices. 

Entonces, como docentes de Técnico en Educación Especial, tuvimos que realizar una serie de adecuaciones para trasladar la experiencia educativa análoga a la digital. Hoy en día, estamos en el proceso inverso: con un retorno a la presencialidad, y ese retorno también nos hace evidente estas diferencias, brechas y desigualdades de nuestros estudiantes, las cuales debemos enfrentar de la mejor manera posible, entregando las herramientas educativas también a las familias de nuestro estudiantado.

Como mencionamos anteriormente, dentro del características TEA, existen ciertos rangos que se dan en forma de abanico y matices de espectro, entre ellas se encuentran tres ejes principales que son las dificultades de comunicación, relación y flexibilidad. Debemos considerar trabajar de forma constante cómo nos comunicamos, relacionamos y flexibilizamos con las y los estudiantes TEA, así como ellos también lo hacen entre ellos mismos y con nosotros.

Allí hay un punto importante, ya que los cambios en la modalidad de estudio generan dificultades en esta flexibilidad. Entonces los tenemos que volver a adecuar a esta nueva realidad, como una nueva incorporación al sistema presencial, que a su vez sostiene elementos de seguridad sanitaria, tales como el distanciamiento físico, el uso de mascarilla y las normas de prevención que, a pesar de ser necesarias por la pandemia, nos dificultan una normalidad para estos alumnos al sistema educacional que conocían anteriormente.

A partir de lo anterior, hay recomendaciones para las y los cuidadores o personas que estén a cargo de un niño TEA y puedan tener un proceso de adaptación más agradable y adecuado, que también pueden beneficiar a todo el alumnado permitiendo una adaptación integral en el día a día:

  1. Establece una rutina. Muchos establecimientos atienden a algunos niños durante unos días u jornadas diferidas y alternas. Esto significa que la jornada para los niños es irregular, por lo que es importante mantenerles su rutina durante la semana.
  2. Utiliza apoyo visual. Como existen dificultades en la comunicación, es importante tener un panel de anticipación donde el estudiante conozca con antelación las fechas en sus actividades. Saber qué días tendrá que ir de manera presencial y qué días será a través de la virtualidad.  
  3. Organiza y coordina los espacios. Además de mantener cierta rutina para las jornadas de reintegración, intenta que éstas no sean muy distintas entre sí. Ya que se suele generar un quiebre permanente, a partir de la intermitencia que causa ir presencial-online-presencial-etc. Siempre anticipa lo que pasará y busca un hilo conductor comunicativo, ir contándoles para prepararlos con tiempo en orden coherente.
  4. Refuerza las medidas de bioseguridad. Es importante que ambas rutinas sean similares entre sí o estén aplicadas en el hogar, para evitar cambios bruscos entre lo que sucede en su establecimiento de estudios y en su casa. Recalcar el lavado de manos y distanciamiento social, el uso de mascarilla en las afueras o cuando estén con más personas, siempre apoyándote en elementos gestuales y visuales que refuercen su comprensión.
  5. Mide los tiempos sin presiones. Recuerda que la presión y exigencia es algo que no beneficia emocionalmente a ningún niño, tanto neurotípico como neurodivergente. Procura que los tiempos de trabajo sean breves, ya que la virtualidad es una nueva realidad y la presencialidad que tenemos ahora es también distinta a la que se tenía antes de la pandemia, al volver no es volver tal cual como antes, el ajuste debe ser paulatino, paciente y seguro.