Educación Física: sentido, crisis y oportunidad

La crisis sanitaria y sus repercusiones en la sociedad nos ha llevado a un estado de incertidumbre y cuestionamientos, percepciones que se han acentuado en el actual contexto de deslegitimación de las instituciones sociales y políticas.

El sentido de la escolarización también está en tela de juicio, así como todas sus experiencias formativas. La Educación Física, en particular, da cuenta que aquella obsesiva priorización de promover la salud física pareciera no ser el único propósito, ya que la compleja realidad de educar vía plataformas digitales nos ha permitido comprender que su sentido se fundamenta, de igual o mayor incidencia, en la libertad de ser sociales y emocionales.

La necesidades e intereses de niñas, niños y jóvenes por jugar, compartir y sentirse bien con los y las demás, se expresan con elocuencia en las nuevas dinámicas de comunicarse y socializar que emergen desde la educación a distancia.

Esto ha llevado al profesorado a esforzarse por reinventar creativamente sus prácticas y metodologías, buscando la participación, motivación y contención emocional, mientras el estudiantado se esperanza en que el juego expresivo, con contacto y en convivencia, vuelva pronto como un diálogo cercano y más humano.

Los educadores y las educadoras que buscamos un sentido consolidado y pertinente en la Educación Física, vemos en este contexto de crisis una gran oportunidad para valorizarla socialmente desde su base, desde el proceso y contexto educativo real. Debemos dignificar la Educación Física como una práctica escolar esencial, que conlleva un propósito íntegro, vivencial y necesario para la formación de una ciudadanía más activa en todos sus sentidos.