Discriminación en tiempos de COVID-19
No deja de sorprender que, a pesar de encontrarnos en pleno Siglo XXI, nuestro comportamiento social y actitud frente a lo desconocido sigue siendo tan básica, desconcertante como primitiva.
Tal cual ocurría en el Siglo I, o incluso antes de cristo, con los leprosos, hoy pareciera que nuestros leprosos son los pacientes positivos al test PCR del Coronavirus. En la antigüedad era la observación explícita de las lesiones en la piel de los enfermos, causada por una bacteria llamada Mycobacterium leprae.
Pero, en ambos casos, se repite la misma actitud de discriminación, temor y por qué no decirlo también, de una estrepitosa falta de empatía frente a nuestro prójimo que cayó en la desgracia de contraer la infección viral.
Recordemos que el COVID-19 es una enfermedad que en la mayoría de los casos no produce síntomas, o estos son tan leves que pasan inadvertidos. Sin embargo, la persona infectada puede ser difusora del agente, por lo que al final es posible que terminemos todos de una u otra forma infectados.
Por ello, apelo entonces a sacar a relucir lo mejor de nosotros, que es nuestra humanidad, seamos solidarios y enfrentemos unidos a este poderoso y microscópico enemigo.