La vida del planeta Tierra se originó en los Océanos, hace 3.600 millones de años. Al principio, todos los seres vivos en la Tierra eran organismos unicelulares. Luego estas formas de vida evolucionaron a organismos pluricelulares y, luego de eso, la biodiversidad del planeta incrementó de gran forma, con extinciones masivas de por medio, hasta lo que conocemos hoy. Actualmente hay descritas unas 230.000 especies marinas, pero se estima que la cifra de especies que viven en el mar es largamente mayor, pudiendo alcanzar 1 millón de especies. El océano libera más oxígeno a la atmósfera que todos los bosques combinados del mundo, esto gracias al fitoplancton. El océano, también, es una fuente vital de proteína animal para mil millones de personas alrededor del mundo y al menos el 50% de la población mundial vive en las costas. Pero, a pesar de esta importancia incomparable, ¿Por qué somos tan irresponsables con el Océano?

Todos nuestros desechos van a parar al mar, y como no se ven, dejan de ser nuestro problema, pero no, se mantienen ahí, afectando alguna especie marina o llegando a alguna playa o al fondo del mar. Nuestros residuos plásticos han formado cinco grandes “islas” de plástico en los Océanos, dos en el Pacífico, dos en el Atlántico y una en el Índico. A esto se suman la contaminación por petróleo, y vertimiento de otros residuos tóxicos, que son una amenaza sin control sobre los océanos y su diversidad. Practicas pesqueras no sustentables como la pesca de arrastre o las jaulas salmoneras y todos sus desechos, son otras amenazas a estos ecosistemas. Todo indica que su extensión, que cubre alrededor del 72% del planeta, podría ser también una desventaja para la sesgada mirada del hombre. Los desechos que llegan al mar no desaparecen, siguen ahí, ¡afectando este ecosistema y también a nosotros!

Este 8 de junio se celebra el Día de los Océanos, una iniciativa de la ONU para informar sobre el impacto de los humanos en el océano, desarrollar un movimiento mundial de apoyo y unir a la población en un proyecto para la gestión sostenible de nuestros mares. Chile es un país privilegiado por contar con poco más de 4.000 kilómetros de costa marina, pero ¿qué estamos haciendo para proteger nuestros océanos? Individualmente tenemos la responsabilidad de proteger nuestro océano no contaminándolo ¿y cómo? Fácil, no fumando en la playa y tirando las colillas a la playa (Ley N°21.413), no tirando basura en las playas, paseando nuestras mascotas con correas en las playas, y por que no, limpiando nuestras playas, si ves basura en la playa, recógela, es un bien para ti. Otra opción es consumir productos marinos certificados, o denunciando a las autoridades (e.g. DIRECTEMAR, Capitanías de Puerto) la presencia de vehículos en la playa (Orden Ministerial N°2 Ministerio de Defensa), o la presencia de contaminación producto de actividad industrial.

Si la vida se inició en los océanos y dependemos de el para nuestra existencia, ¿no será tiempo de preocuparnos más por él? Sin los océanos nosotros no existimos.