Gratamente los chilenos nos hemos conectado con nuestro vino y este 4 de septiembre celebramos su día. Vamos a ferias o exposiciones de vinos, nos entretenemos en una visita a una viña, paseamos por la sección vinos de los supermercados, queremos saber más, probar y perder el miedo a tan excelente regalo de nuestra tierra.

Una vez leí que la Vid amaba a Chile. Porque sí, debido a que en Chile producimos diferentes vinos de preciadas cepas, y no hay sensación más grata que en viajes al extranjero te digan: ¿y trajiste vinito?, o ver en vitrinas tan lejanas a nuestra tierra una botella muchas veces de una marca conocida…Ojo no solamente una botella, hay cajas también y los exhiben como trofeo, vinos de todo tipo y marcas, de distintos valores que nosotros no estamos acostumbrados para nuestro territorio y bolsillo.

Para cada ocasión, una cepa distinta

En Chile tenemos vinos excelentes desde los $1.990 en adelante, por lo que apreciar un buen vino de vez en cuanto no es una posibilidad lejana, por lo que la expresión ¡No me gusta el vino!, no constituye una excusa creíble.

Muchas veces nos dicen que no les gusta el vino, que lo han probado, pero lo encuentran fuerte, malo, que da resaca…etc., pero con el tiempo se aprende que, para cada ocasión, persona, oportunidad, hay un vino o una cepa distinta.

Me remonto varios años atrás y recuerdo que, en muchos restoranes, se ofrecían variadas viñas, pero no había mucho eco, en sonde el cliente, si solicitaba un vino, pedía a la segura una cepa y etiqueta típica que le resultaba para todo, era su 4×4.

Sin embargo, ya había en el extranjero un murmullo constante de voces, sobre la existencia de un país pequeño como el nuestro, difícil de pronunciar en algunas lenguas, que tenía un excelente vino. Los países asiáticos alaban el vino chileno.

Conocer el vino chileno

Cuando enseño de vinos, muchos alumnos me dicen: “Profe, con mi Piscolita o mi cerveza soy feliz, el vino es malo”. Sin embargo, si nos adentramos en el tema, les cuento la cantidad de cepas que existen, las cantidades de viñas que hay, los productores independientes y la forma de comercialización del vino.

 Además, les explico sobre el proceso de producción, les enseño que un enólogo es similar a un buen cocinero o casi un alquimista, ya que con simples ingredientes tienen un resultado espectacular. Es de esta forma que les enseño a conocer sus propiedades, sus sabores y aromas, vamos de visitas a viñas y comienzan a entender el concepto de maridaje. Posterior a esto, aproximadamente el 90% cambia su percepción y no hay mejor pago que un alumno o un amigo te escriba, te pregunte o comente ¿qué tal esta cepa?, ¿me sirve para tal o cual comida?, o “oye el otro día probé este vino y era muy bueno ¡te lo recomiendo!”.

El vino y sus propiedades

¿Saben las propiedades que podemos encontrar en un vino?

Desde que es excelente para el corazón, baja el colesterol, nos ayuda a conservar la agilidad mental, es antioxidante (o sea nos ayuda a mantenernos jóvenes) y tiene muchas menos calorías que los destilados, como el Whisky o similares. ¡Por eso les recomendó una copita este 18!

Cepas que existen en Chile

Por numerar algunas, la cepa tradicional chilena es el Carmenere; también en cepas tintas tradicionales encontramos: Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah, Carignan, Pinot Noir, Cabernet Franc y Malbec.  Además, como cepas no tradicionales, pero que ya se producen en Chile, podemos encontrar las siguientes: Nebbiolo, Garnacha, Cinsault, Tannat y Tempranillo.

En relación a las cepas blancas podemos encontrar fácilmente: Sauvignon Blanc, Chardonnay, Riesling, Moscatel, Semillon, Gewürztraminer; y en cepas no tradicionales: Marsanne, Verdejo, Pinot Gris y Roussanne.

Recomendaciones a la hora de beber vino chileno

Finalmente, les dejo unas ideas para cuando pasen por una góndola, una tienda de vinos (tradicional o boutique) o quieran hacer algún regalo, puedan probar todo tipo de vinos, sintiéndome un poco malvada a veces por recomendar que tomen este tipo de alcohol, pero que, si no prueban, no conocerán la amplitud de sabores y, en cocina, es esencial que nuestros paladares sean lo más amplios posibles.

¿Qué tal un aperitivo de espumoso Brut?, un fresco Rosé para un picoteo de mariscos, un Sauvignon Blanc para una ensalada fresca y liviana, un estructurado Cabernet Sauvignon para resaltar el asado con los amigos o, finalmente, un Late Harvest para dar ese toque especial a un postre.

Por eso y más, ¡viva el día del vino!, ideal en este mes tan especial como nuestro querido Septiembre.