Contando los billetes: Cómo no apretarse (tanto) en marzo

Ante el actual escenario económico, considerando el historial que dejaron las fiestas y vacaciones, es complejo ciertamente enfrentar marzo con un presupuesto flexible.

Si bien estas fechas no son nuevas y cada año pasamos por las mismas situaciones que, de seguro, de ellas hemos ido aprendiendo, o por lo menos ahorrando durante el año. Pues no podemos dejar para el final lo que es primordial en periodos de inicio de año, desde permiso de circulación, compra de útiles escolar y colegiaturas.

Ahora bien, ¿cómo hacemos para que nos alcance el dinero? En una primera fase iniciamos con una planificación de presupuesto, proceso en el cuál se define el qué, cómo, cuándo, dónde y en tiempos que nos proporcionen un panorama general de lo que vamos a necesitar.

Debemos definir con tiempo las cantidades y establecer, tomando en consideración cifras anteriores, que pueden ser referencias para nuestras compras, aprovechando la virtud que tiene nuestra economía que no dispone de cifras inflacionarias de un año a otro, como en otras latitudes.

En ese sentido, luego de tener esta referencia, podemos establecer un apartado en nuestro presupuesto mensual destinado sólo para ese gasto irrenunciable en esa fecha. Desde cuando iniciaríamos esto, dependiendo de nuestros ingresos y la cantidad de personas involucradas podemos hacerlo a base mensual para cada uno:

  • Si por ejemplo el gasto promedio de cada persona será de $80.000 pesos, incluyendo uniformes y útiles, mi capacidad de ahorro para este gasto debe iniciarse con antelación, ya que de lo contrario será imposible desembolsar de una sola vez este monto multiplicado por 3, en caso de ser tres personas las que estudian en nuestra familia.

Esto considerando siempre evitar caer en el endeudamiento, ya que genera intereses y deja atados de pies y manos a quien lo adquiere, puesto que uno no sabe qué imprevisto se pueda presentar o alguna emergencia que escape de nuestro plan cotidiano y que sí ameritaría recurrir al endeudamiento, y no por un hecho que ya es conocido por todos, el inicio de clases y los gastos de marzo.

Otra medida valiosa a la hora de optimizar el dinero es cotizar los mejores sitios para comprar, evaluar oferta y calidad, para hacer compras al mayor que satisfagan tu necesidad; en virtud de lo cual las familias o los WhatsApp de cursos son ideales para recomendarse u organizarse y comprar los útiles al mayor, allí el ahorro se evidencia claramente, y el beneficio es para todos los participantes.

De igual forma se pueden hacer compras óptimas de uniformes si se organizan en familias, vecinos o alumnos de un mismo curso. Comprar a emprendedores en estos casos es una forma de contribuir con la economía local y hasta Municipal, ya que muchas veces te ofrecen rebajas atractivas y entrega a domicilio por el monto de la compra.

Aún así, en caso de que nos resulte imposible prepararnos con tiempo en un presupuesto, siempre es opción priorizar los gastos, dejando montos para acciones más urgentes y viendo cuáles son gastos no esenciales. También siempre es una buena herramienta la economía circular, buscar en nuestra comunidad si otras personas buscan algo que ya tenemos y no necesitamos, que podrían intercambiarnos por otra. El trueque entre comunidades vecinales y municipales, así como la preferencia de pymes y pequeñas empresas beneficia tanto a nuestro bolsillo como al de nuestro círculo.

La regla es Ganar-Ganar (o como le dicen Win-Win) y así optimizamos presupuestos, evitamos el endeudamiento y promovemos la economía en nuestros sectores más cercanos. Aún usted está a tiempo de tomar estas medidas, cuidando su economía para que su billetera no pase sustos en marzo.