Agricultura regenerativa luego de los incendios

El equipo técnico del Centro Ovisnova de la Universidad Santo Tomás estuvo monitoreando en terreno en las regiones Sexta y Séptima el alcance del daño de los incendios forestales, que se iniciaron con gran agresividad la segunda semana de Enero de 2017, y que afortunadamente ya fueron controlados.

Es claro que el impacto ecológico de estos incendios es muy superior a lo que se ve a simple vista, con grandes áreas afectadas y las consecuencias son inciertas. Además la recuperación de bosques y otros puede llevar muchos años. En este escenario, como Centro de Innovación y Desarrollo para el Secano, Ovisnova nos hemos hecho presentes a través de entregar elementos y proponer una estrategia para enfrentar esta catástrofe, en el entendido que se requerirán soluciones de mediano plazo para recuperar las extensas superficies devastadas por los incencios y la recuperación de fertilidad de los suelos y biodiversidad; además de recuperar las fuentes de sustento de las familias. (superficies productivas, infraestructura productiva y animales).

Esto último referido a que en el diagnóstico realizado en terreno a los agricultores afectados (Red Ovina de predios de referencia en la región del Maule y SAT Ovinos Regional en la Sexta Región), las principales pérdidas productivas de los agricultores dicen relación con: extensas superficies de praderas quemadas, fuente de alimentación de las masas animales; extensas superficies de lomajes y cerros quemados, bosques nativos y bosques introducidos, varios de los cuales son usados para pastoreo de animales en diversos momentos del ciclo productivo; y, extensas superficies de cercos perimetrales e internos e infraestructura productiva quemada (algunos galpones, corrales, etc).

Mencionar que en gran parte de los casos los agricultores salvaron sus casas, y tambíen a sus animales, dado que los protegieron en los corrales y defendieron los perímetros del fuego. Los agricultores que no contaban con adecuada infraestructura no pudieron proteger sus masas ganaderas.

El problema se genera a partir de ahora, dado que se debe considerar que esas masas ganaderas se quedaron sin alimentación y es necesario sustentarlas, hasta que venga el nuevo crecimiento del pasto con las lluvias, por lo menos hay que proveer de forraje para los próximos seis a siete meses. Según nuestro investigador de Ovisnova, Daniel Delorenzo, dados los minerales presentes en suelo descubierto quemado, una vez que empiece a llover habrá brotación de pasto, pero débil y de baja calidad; es clave dejar que este pasto crezca en esta temporada, que se fortalezca, y no comérselo de inmediato, sino por lo menos hasta de primavera. Esto implica varios meses más de suplementación.

Pero más allá de esto, la situación actual impone un desafío técnico, que es recuperar estos suelos dañados y rediseñar los predios, que a la fecha se quedaron sin cercos ni ordenamiento de ningun tipo, esto permitirá aplicar conceptos técnicos de diseño predial y agricultura regenerativa, que es una propuesta que Ovisnova aplicará en terreno dentro de los próximos meses, utillizando para ello la RED de predios de Referencia con que está trabajando en el marco de un proyecto FIC.

Se debe trabajar con las familias que deseen mantenerse en estos sectores y promoviento un trabajo en equipo con profesionales del ámbio público y privado (Indap, Municipios, SAG, Conaf, entre otros). Vemos en la tragedia una oportunidad de rediseñar los predios y de hacer bien las cosas, estableciendo una lógica productiva y regenerativa, y que permita rentabilizar la unidades productivas.