Experta en Trastornos de la Fluidez del Habla

Yasna Sandoval Fox: “La confianza, relación terapéutica y escucha activa son claves en la intervención de la tartamudez”

La invitada especial fue la Dra. © Yasna Sandoval Fox, Fonoaudióloga y especialista en evaluación y tratamiento de la Tartamudez del Centro Lisboa-Portugal.   

En el marco de sus actividades de extensión académica, la carrera de Fonoaudiología de la UST sede Concepción, realizó vía Teams la charla “Evaluación e Intervención de la Tartamudez, ¿En qué estamos hoy?”, con el objetivo de profundizar de manera multidisciplinar los aportes que se han hecho entorno a este trastorno de la fluidez del habla.

En la jornada participaron estudiantes, egresados y profesionales del área tanto a nivel nacional como internacional, instancia en la que mostraron un gran interés dada la temática y el abordaje de la expositora y los docentes de esta casa de estudios.

“Este espacio que generamos nos llenó de mucha emoción dada la gran convocatoria que tuvimos, no solo de egresados de nuestra institución, región y país sino porque fue más allá de las fronteras. Son espacios de aprendizaje, creemos necesario que los estudiantes sigan perfeccionándose y sigan nutriéndose de distintas temáticas como lo es este trastorno de la fluidez del habla; por eso nuestro constante interés en la educación continua tanto interna como externa”, expresó Jessica Troncoso, Jefa de carrera en sede.

En este contexto, la especialista en evaluación y tratamiento de la Tartamudez, Dra.  Yasna Sandoval, centró su presentación en definir esta condición como un desorden de la fluidez del habla, de  naturaleza neurobiológica, involuntaria y cíclica que interacciona con aspectos cognitivos, lingüísticos, motores, emocionales y sociales. Además, explicó a profundidad los factores de riesgo que se pueden percibir, investigaciones recientes, pasos de una evaluación efectiva y algunos lineamientos de abordaje clínico.

“Esta condición empieza a manifestarse con el tiempo, desde niños preescolares entre los 24 y 36 meses. Generalmente, el 74% podría presentar antecedentes familiares. En todo caso el inicio de la tartamudez coincide con el desarrollo del lenguaje, pero no forma parte de este”, expresó Sandoval.

De acuerdo con los antecedentes, planteó que  la tartamudez se presenta con mucha mayor frecuencia en hombres que en mujeres a lo largo del ciclo de vida y que también existen casos  de recuperación espontánea al largo del tiempo, pero que  “No se sabe el factor predictivo que nos haga suponer que un niño o niña que ha comenzado a trabarse, recuperará su facilidad al hablar sin intervención alguna, por lo tanto, ante cualquier señal de alerta o sintomatología se debe consultar con un fonoaudiólogo especialista”, afirmó.

Abordaje profesional

Aunque el trastorno se manifiesta de manera abrupta en la niñez, se caracteriza por ser variable, es decir, condiciona la fluidez del habla independientemente de que el niño o la niña presente cambios positivos en el transcurso del tiempo.

La experta agregó que las últimas investigaciones que sustenta el abordaje clínico de la tartamudez centran su foco en que es una condición genética, sin embargo, no se tiene claro de qué manera se da esta mutación a nivel cerebral.

“No se puede olvidar que la tartamudez no es de causa psicológica, no es por imitación ni provocada por un evento traumático, y que aun en la edad adulta es posible mejorar la calidad de vida. Es importante saber el fundamento de cada mito, ya que es clave desmentir creencias erróneas en los usuarios. Tartamudear es mucho más que tartamudear, no lo es todo porque conlleva muchos otros factores sobre todo los del entorno, pero sí podemos hacer cambios en la funcionalidad del cerebro”, detalló.

Como especialista insistió que, para dar un diagnóstico los profesionales del área deben establecer una adecuada relación terapéutica con el usuario, elaborar historias clínicas que permitan conocer los antecedentes, considerar el entorno de la persona y describir las características del hablar que presenta el paciente.

Junto a lo anterior, se debe involucrar a la familia, a los educadores, promover el conocimiento de la tartamudez en la sociedad en general. También desarrollar la confianza, la escucha activa, pensamientos, sentimientos y conductas positivas; aspectos claves dentro de los principios de intervención del usuario. “la eficacia de los tratamientos para la tartamudez sigue siendo actualmente un tema debate, hay pocas investigaciones del tratamiento, aunque en estos tiempos hay mucho más que antes. Cada usuario es distinto a otro, pero el que la sociedad se eduque al respecto, va a generar un menor impacto negativo en los pacientes” señaló la expositora.