La iniciativa “Bancos de insumos de lactancia materna” que promueve el Centro de Salud Familiar del mencionado cerro de Valparaíso fue una de las experiencias presentadas en el Tercer Congreso de Lactancia Materna que se desarrolló en UST Viña del Mar.

Dentro de las varias experiencias compartidas en el Tercer Congreso de Lactancia Materna que se desarrolló hace pocos días en Santo Tomás Viña del Mar, hubo una en particular que llamó la atención. Se trata de la iniciativa “Banco de insumos de lactancia materna”, que desarrolla el Centro de Salud Familiar (CESFAM) Las Cañas de Valparaíso, que consiste básicamente en el préstamo de implementos para que las mamás que lo necesiten puedan prolongar o estimular la lactancia materna y no tener que recurrir a rellenos o “fórmulas”.

Claudia Novoa, nutricionista del establecimiento, expuso en la jornada organizada por la Comisión Intersectorial de Lactancia Materna Región de Valparaíso, señalando que los insumos disponibles son extractores de leche materna, bolsas de almacenamiento, relactadores, pezoneras, sondas, jeringas y cremas.

“En el CESFAM conformamos el Comité de Lactancia Materna, pero en paralelo nos surgió la idea de los extractores porque veíamos muchos casos donde sabíamos que sería beneficioso”, cuenta, recordando que al principio disponían de solo tres extractores: “como no teníamos fondos para gastar en insumos de lactancia, pensamos que la única vía era solicitar donaciones. Para el incendio del 2014 muchas empresas donaron cosas y ese espíritu solidario todavía estaba fresco, así que presentamos el proyecto y nos respondieron tres empresas, una nos envió un paquete con varios materiales y un extractor. Otra empresa nos regaló otro extractor. Una funcionaria donó otro. Y así partimos”.

Espíritu solidario en Las Cañas

Las tres usuarias beneficiadas al comienzo obtuvieron muy buenos resultados, entonces cuando pudieron continuar con su lactancia, devolvieron los extractores para que se pudieran prestar a otras personas. “El sistema es solidario, ellas sabían que debían cuidarlo para después ayudar a otra mamá”, señala Claudia Novoa. La profesional agrega que el utilizar un implemento que ya ha sido usado por alguien más no ha sido un problema: “la gente del cerro Las Cañas son personas que han sufrido bastante, súper luchadores y trabajadores. Por eso creo que el pudor no es impedimento para aceptar un extractor que alguien más usó. Además el aparato se higieniza tanto en el CESFAM como en la casa del usuario, y se les enseña como limpiar y esterilizar los productos».

A partir de esos buenos resultados, el proyecto fue creciendo. Cormuval aportó con dos nuevos extractores y luego gracias a la adjudicación de un proyecto de Salud Familiar, se pudo comprar 12 más. “Como en nuestro entorno son pocas mujeres las que de verdad lo necesitan, ahora tenemos la disponibilidad suficiente de insumos para  prestarlos a otros CESFAM, como los de Quebrada Verde, Barón, Placilla. La idea es que partan así y que cuando tengan resultados que mostrar, puedan postular a sus propios fondos”, señala.

Recursos de apoyo 2.0

En la intervención de la representante del CESFAM Las Cañas también llamaron la atención los denominados “Recursos de apoyo 2.0”, que no son otra cosa que la utilización de whatsapp y facebook para que el equipo a cargo de las Clínicas de Lactancia Materna pueda interactuar con las mamás beneficiadas con el préstamo de extractores e insumos.

Según cuenta Claudia Novoa, aunque existe el temor a que el uso de estas redes se desvirtúe, la experiencia indica que “las mamás son súper respetuosas y te preguntan solo cuando tienen dudas urgentes que no pueden resolver. A través de las redes sociales no puedes dar consejos muy profundos, pero la ventaja es que tú conoces los casos, sabes en qué condiciones está la persona que te pregunta. Y la verdad es que estar disponibles en whatsapp quita muy poco tiempo”.

“También tenemos un grupo de facebook, donde surgen consultas más generales. Es una iniciativa que empezó hace poco y estamos viendo cómo regular para evitar conflictos o para identificarnos y saber si quien está respondiendo una pregunta es un profesional de la salud u otra mamá. Como facebook es más abierto, hay que moderar un poco las cosas”, añade.

Por último, la nutricionista señala que el uso de redes sociales es tan transversal que ha facilitado la comunicación con los beneficiarios: “acá hay muchas calles de tierra o de difícil acceso y si llueve, muy pocas personas vienen a los controles. Entonces para las usuarias que son madres y están en las clínicas de lactancia, pueden agendar sus horas por whatsapp… no tiene sentido que salgan de sus casas con sus hijos en brazos en plena lluvia solo para ir al CESFAM a pedir una hora para la semana siguiente”.