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Compartimos columna de opinión del Fonoaudiólogo, Rafael González, quien será uno de los expositores en la 5° Jornada de Investigación e Innovación en Salud, JIIS 2021, organizada por al Universidad Santo Tomás Talca.
En el marco de la próxima 5° Jornada de Investigación e Innovación en Salud, JIIS 2021, organizada por la Facultad de Salud de la Universidad Santo Tomás Talca, uno de los expositores será el Fonoaudiólogo Rafael González, quien adelanta su opinión en la presente columna.
González es Fonoaudiólogo (Speech Language Pathologist) Especialista en Trastornos del Lenguaje, Habla y Deglución en Adultos (TLHDA); Académico del Depto. de Neurología y Neurocirugía del Hospital Clínico de la Universidad de Chile; Profesor Asociado del Departamento de Neurología y Neurocirugía del Hospital Clínico José Joaquín Aguirre; Jefe de la Unidad de Fonoaudiología Cognitiva Comunicativa del Departamento de Neurología y Neurocirugía del HCUCH; Académico de la Escuela de Fonoaudiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile; miembro adjunto del Grupo de Trabajo Neurología Cognitiva y Demencias de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (SONEPSYN); miembro de la Sociedad Latinoamericana de Neuropsicología (SLAN); miembro de International Primary Progressive Aphasia (PPA) Connection; y miembro de American Speech-Language-Hearing Association (ASHA), International Affiliate.
Desde hace varios años en mi calidad de clínico, me ha llamado mucho la atención, un tipo de alteración progresiva que se caracteriza por una pérdida del léxico. Al inicio la persona, la mayoría de las veces tiene una idea clara de lo que quiere decir, pero no puede encontrar las palabras para comunicarse con otros. El resto de las habilidades que son necesarias para enfrentar las diferentes demandas cotidianas permanecen conservadas. Puede recordar, puede ir a un lugar sin ayuda, manejar su dinero, puede muchas veces seguir trabajando o haciendo las labores de la casa. Sin embargo, por su dificultad para comunicarse se va aislando.
La familia teme que sea la enfermedad de Alzheimer, pero cuando se les dice que no es, muchas veces se abrazan pensando que es algo menos grave, por desconocimiento. Sin embargo, esta dolencia puede ser peor.
Si este mal ocurriera al final de la vida no sería tan dramático, pero se produce en la adultez media de la vida. Cuando las personas tienen muchas responsabilidades de todo tipo, con su cónyuge e hijos, económicas, laborales entre otras. Es una etapa plenamente productiva.
A medida que transcurre el tiempo se van quedando paulatinamente en silencio. Al final se afectan todas las destrezas desconectándose de todo lo que les rodea.
No solo me he quedado impresionado por lo devastador de esta afección. He intentado ayudar construyendo puentes de comunicación para que puedan transmitir sus necesidades con la finalidad de mejorar la calidad de vida tanto del afectado como de aquellos que tienen algún vínculo emocional con él o ella.
Este padecimiento es muy poco conocido, se designa con el nombre de afasia progresiva primaria.
En general, por parte de la sociedad existe un desconocimiento de las alteraciones de la comunicación. Por lo tanto, es un deber de quienes trabajamos en esta área, informar y educar a la población sobre estas dificultades.