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Con Seminario se celebrará en el IP-CFT Santo Tomás el día del Asistente SocialRoberto Fantuzzi: “Los empresarios hoy están muy desprestigiados, pero uno tiene que sentirse orgulloso de ser empresario”
Roberto Fantuzzi, presidente de Asexma, ofreció una charla en Santo Tomás Viña del Mar en la cual se refirió a los conceptos de emprendimiento e innovación.
Viernes en la tarde. “¿A quién se le ocurrió programar una charla a esta hora?”, dice Roberto Fantuzzi, expositor de la jornada “Innovación con emprendimiento” organizada por el Área Administración de Santo Tomás Viña del Mar. Pero a pesar de sus propios malos pronósticos, el presidente de la Asociación de Exportadores y Manufacturas (Asexma) logra convocar a una gran cantidad de público deseoso de escuchar sus historias, anécdotas y consejos.
El destacado empresario se pasea por una infinidad de temas a gran velocidad, a tal punto que cuesta encontrar un hilo conductor en una presentación que dura dos horas, pero que sobre la marcha debió reducir a la mitad. Habla de todo, aderezando su discurso con una dosis de humor que impide que su audiencia se desconcentre. Sincero, confiesa que los conceptos que titulan su exposición (“innovación” y “emprendimiento”), no le agradan mucho.
“Lo que pasa es que acá se hace gárgaras con algunos términos… yo odio la palabra emprendedor, pienso que es engañar a las personas. La gente que corre riesgos no es emprendedora, es empresaria. Yo soy emprendedor cuando tengo solo la idea, cuando no hago nada y no he corrido un solo riesgo. Los que corren riesgos son empresarios… si pongo una chaucha, ya estoy corriendo riesgos”, asevera.
Empresario, no emprendedor
Fantuzzi apenas hace una pausa para continuar su explicación: “como los empresarios hoy están tan desprestigiados, los marketeros le cambiaron el nombre y ahora todos son emprendedores, pero uno tiene que sentirse orgulloso de ser empresario. El problema es que hoy hay una mala imagen de todos, de los políticos, de los empresarios, de los curas, de los militares… pero bueno, es así”.
Respecto a la innovación, dice que el concepto se ha manoseado demasiado. “Hay que resaltar que la innovación no está solo en los ingenieros o en los profesionales, sino también en los trabajadores. Una persona que lleva 30 o 40 años en el mismo trabajo, sabe mucho más que una persona que se está recién integrando, aunque sea Einstein”, sostiene.
“El problema es que el término innovación se está utilizando para hacer creer que este país se puede transformar de un día para otro, pero no es así. En general son procesos de largo aliento, los países no pegan grandes saltos así como así”, argumenta.
El valor del fracaso
Aclarado esos dos puntos, el presidente de Asexma cuenta que en sus charlas enseña a perder el miedo a fracasar, el principal obstáculo que deben enfrentar quienes desean ser empresarios. “Yo hablo del fracaso, que es fundamental, aunque lamentablemente en este país se castiga el fracaso, mientras que en los países desarrollados se premia. El fracaso es experiencia, es parte de recorrer un camino para llegar a la meta ¿Cómo aprendiste a caminar tú? Cayéndote, sacándote la cresta… En la vida es exactamente igual y en el mundo empresarial es exactamente igual”, asegura.
“El problema es que acá nos queremos saltar los procesos, creemos que todos tienen que ser como Bill Gates. Bueno, puede resultar, pero no siempre es así. Por ejemplo, yo creo que ahora hay que apuntar hacia la economía naranja, a la cultura, a las artes, al teatro, el cine, el diseño. Actualmente, el seis por ciento del PIB Mundial está orientado a la cultura, hay muchos países que ya vieron ese nicho, Argentina, por ejemplo, pero nosotros todavía estamos muy atrás, aunque estamos haciendo cosas, pero de a poco”.